Hallan los cuerpos de tres hermanos con signos de violencia en Madrid

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El perfil del asesino confeso de Morata de Tajuña: rencor, falta de arrepentimiento y baja empatía​

Dilawar Houssein F. se enfrenta a 36 años de prisión por acabar con la vida de tres ancianos por una deuda. Su abogada pide una pena de siete. Tanto acusación como defensa contemplan la atenuante psíquica​

El presunto asesino de tres hermanos en Morata de Tajuña, Dilawar Hussein F.C. llega custodiado por guardias civiles al registro de su vivienda en Arganda del Rey, en enero de 2024.
El presunto asesino de tres hermanos en Morata de Tajuña, Dilawar Hussein F.C. llega custodiado por guardias civiles al registro de su vivienda en Arganda del Rey, en enero de 2024.MARISCAL (EFE)

Madrid - 30 ENE 2025 - 05:00 CET
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El asesino confeso de los tres ancianos de Morata de Tajuña (Madrid), Dilawar Houssein F., se encuentra en prisión desde el 22 de enero de 2024 por acabar con la vida de los hermanos Gutiérrez Ayuso a causa de una deuda de más de 50.000 euros. El crimen sucedió en el municipio madrileño el 17 de diciembre de 2023, aunque los cuerpos no se encontraron hasta un mes después. Tres días después de este hallazgo, el principal sospechoso se entregó en las dependencias de la Guardia Civil de Arganda del Rey para confesar ser la mano que provocó el triple homicidio. Resuelto el enigma de la autoría, que el propio Dilawar ha reconocido, el estado mental del acusado tendrá un papel clave en el juicio, que no se prevé que se celebre hasta después del verano. La Fiscalía pide 36 años de prisión.
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En este tiempo, el hombre ha pasado por dos reconocimientos, uno psicológico y otro psiquiátrico. Las conclusiones de los expertos, según fuentes cercanas al caso, dibujan una personalidad en la que predomina la “falta de arrepentimiento, la desconfianza o suspicacia, el rencor, la referencialidad ―creencia delirante de que uno está siendo controlado en su cuerpo o mente por personas o dispositivos― y la frialdad emocional con baja empatía”.
El acusado conoció a las hermanas Amelia y Ángeles en su locutorio en 2022. Para entonces, ellas ya llevaban cuatro años en la tela de araña de una estafa del amor, en la que uno o varios delincuentes las embaucaron, a través de las redes sociales, haciéndolas creer que eran pareja para sacarles todo su dinero bajo distintos pretextos. La investigación acredita que llegaron a mandarles más de 260.000 euros en seis años. Las hermanas pidieron dinero a Dilawar y le prometieron que se lo devolverían con unos intereses estratosféricos, él lo creyó y acabó incluso vendiendo su negocio y mudándose con los Gutiérrez Ayuso.
Conforme avanzaba el tiempo y veía que las hermanas no tenían intención de devolverle ninguna suma, la frustración de Dilawar fue en aumento. Las especialistas que lo entrevistaron señalan que “la carga progresiva de frustración situacional” que incluía la ruina económica, el fallecimiento de su madre sin poder contribuir económicamente a su asistencia sanitaria y sentimiento de agravio por sentirse objeto de una estafa con menosprecio de la amistad, “afectaría a sus capacidades intelectivo-volitivas de tal forma que, disminuyen de forma leve”. Eso sí, las expertas también recalcan que “el explorado no padece deficiencia ni deterioro cognitivo, ni enfermedad mental del ámbito de lo psicótico”.
Las forenses concluyen que distingue entre el bien y el mal, pero que, en determinados momentos, le nublan los sentimientos de frustración. “Aunque teniendo suficiente inteligencia como para conocer la acción como mala, no obstante, no valora en toda su extensión los resultados y consecuencias perjudiciales de la misma, por falta de análisis y reflexión, dejándose llevar por sus sentimientos de ofensa y rencor”, señalan.
Estas conclusiones han pesado tanto en el escrito de acusación de la Fiscalía, como la solicitud de pena de la abogada defensora de Dilawar, Natalia Checa. El Ministerio público pide 36 años de prisión para el acusado por homicidio, 12 por cada víctima, y contempla esta afectación leve de sus facultades, junto con los rasgos de personalidad paranoides. Por su parte, la defensa reconoce la autoría de su patrocinado, pero rebaja la pena a los siete años porque alega una atenuante mayor por la alteración psíquica y también por la confesión.
 

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La investigación acredita que las hermanas asesinadas llegaron a adeudar 263.000 euros a amigos por una estafa del amor y que el acusado llegó andando al lugar del crimen y se fue en autobús​

El presunto asesino de tres hermanos en Morata de Tajuña, Dilawar Hussein F.C., sale custodiado por guardias civiles tras el registro de su vivienda en Arganda del Rey, en enero de 2024.MARISCAL (EFE)

Madrid - 29 ENE 2025 - 05:00 CET
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La madrugada del 17 de diciembre de 2023, Dilawar Hussein F. salió de su casa en el municipio madrileño de Arganda del Rey y recorrió a pie los 12 kilómetros hasta Morata de Tajuña. Iba a saldar una deuda que le había dejado casi en la indigencia o a acabar con la vida de los que habían propiciado esa situación. Según su relato, en esa fría madrugada caminó durante tres horas y media por la vía verde que une ambas localidades, un sendero que conoce bien. Sobre las siete de la mañana llegó a su destino: la casa de los Gutiérrez Ayuso, tres ancianos hermanos. Saltó el muro que rodea el inmueble y esperó a que José, que tenía una discapacidad severa, saliera de la vivienda. A él fue al primero que mató con una barra de hierro que, asegura, encontró en el patio. Después acabó con Amelia y por último, con Ángeles. “He perdido a mi familia por estos señores, perdí la cabeza y los maté”, declararía después ante el juez, cuando se entregó, tras el acecho de la Guardia Civil, según fuentes y documentación del caso a la que ha tenido acceso este periódico.
Después de consumar el triple homicidio, regresó a su casa en autobús y tiró la barra en una papelera que encontró por el camino. Este mismo medio es el que usó para volver al escenario del crimen para intentar deshacerse de los cuerpos dos días después, según fuentes cercanas al caso. Los había dejado apilados y con algunos muebles encima, prendió fuego, pero solo logró semicalcinarlos. No sería hasta más de un mes después, el 18 de enero de 2024, cuando la desaparición de los hermanos se hizo evidente y la policía forzó una ventana y descubrió los cuerpos. En una inspección posterior, los agentes de la Guardia Civil encontraron un papel manuscrito semejante a un contrato, firmado por las hermanas y una tercera persona, con fechas y cantidades. “8 de junio de 2022, 2.400 euros + 550. Cantidad a devolver en el plazo de 10 días: 20.000 euros”. Otra línea: “9 de junio de 2022, 3.750 euros. Cantidad a devolver 23.750 euros en 10 días”. Las puertas estaban cerradas con llave.
Ángeles y Amelia, víctimas de Morata de Tajuña.
Para entonces, la policía local llevaba días recopilando los testimonios preocupantes de los vecinos de los Gutiérrez Ayuso, a los que no respondían el teléfono desde hacía semanas. Dos amigos de la familia contaron que las hermanas se hallaban en trámites para cobrar una supuesta herencia millonaria y les explicaron que ellos mismos les habían prestado 12.000 euros para agilizar la burocracia. Estos vecinos también le relataron un extraño incidente sucedido a principios de 2023 en el que un hombre pakistaní con el que los hermanos tenían relación les había agredido para exigirles el pago de una supuesta deuda de 59.500 euros.
Dilawar Hussein F., de 44 años, llegó a España hace 25 procedente de Pakistán. Había trabajado como albañil, dependiente y en la agricultura y, cuando reunió algo de dinero, consiguió abrir su propio locutorio en Arganda del Rey. Allí fue donde conoció en el verano de 2022 a estas simpáticas hermanas de Morata de Tajuña, Ángeles y Amelia, que le contaron que eran empresarias con un sinfín de negocios en el extranjero, pero que estaban pasando por un mal momento, explican fuentes del caso. Le prometieron que, si les hacía un préstamo para salir del bache, le devolverían a Dilawar el dinero prestado con intereses. Él les fue dando todo lo que tenía, tanto que tuvo que vender el locutorio y se quedó sin un lugar al que ir, momento en el que se instaló en casa de los hermanos.

El hombre relata que, durante el periodo que duró esta convivencia, su madre en Pakistán enfermó y murió, que él les pidió desesperadamente dinero para mandar a su familia en su país, pero que ellos no le dieron nada. En enero de 2023, Dilawar los denunció por estafa. En realidad, los hermanos no tenían nada que darle, porque todas las cantidades que pedían prestadas, las enviaban a unos supuestos amantes estadounidenses. Estos novios nunca existieron. Las hermanas habían caído de lleno en una estafa del amor, unos criminales en el otro lado del mundo que les hacen creer en una relación que no existe y las despluman con historias falsas, una de ellas, que uno de los novios había fallecido y le había dejado una herencia de siete millones de dólares y debía ir a Estados Unidos a cobrarla. Llevaban atrapadas en esta red al menos seis años.

Fachada de la casa de los Gutiérrez Ayuso.
Fachada de la casa de los Gutiérrez Ayuso.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)
La investigación de su crimen concluyó que las hermanas habían pedido dinero a todo su entorno, 1.500 a una amiga, 6.000 euros al marido de otra, 18.000 a su amigo íntimo. Algunos aceptaron, otros no. Una vecina a la que conocían desde hace 20 años les llegó a prestar 60.000 euros y ella acabó denunciándolos por estafa. A uno de sus amigos que les insistió en que habían caído en un engaño, dejaron de hablarle. La historia de los militares enamorados era conocida por todos en el pueblo. Estaban tan envueltas en la mentira, que habían llegado a vender el piso que los hermanos tenían en Madrid y se instalaron definitivamente en su segunda residencia, en Morata. En total, los investigadores han acreditado que las hermanas enviaron a los estafadores hasta 263.000 euros entre 2018 y 2023.

Una vez fue consciente de que nunca iba a recuperar su dinero, Dilawar pasó a la violencia y agredió dos veces a las hermanas a principios de 2023, una en enero y otra en febrero, cuando golpeó a Amelia con un martillo. Este episodio le llevó a prisión provisional hasta septiembre de ese año, cuando fue condenado por lesiones, pero salió en libertad al haber alcanzado una conformidad con los denunciantes. En la siguiente ocasión que acudió a la casa, tras salir de prisión, su visita no se quedó solo en un aviso. Su abogada actual, Natalia Checa, sostiene que la anomalía psíquica de su representado y obcecación jugaron un papel fundamental en el crimen.

Aun con la confesión del detenido, los investigadores apuntalaron las pruebas para dejar clara su autoría en solitario de los hechos. Los repetidores de telefonía móvil sitúan a Dilawar en Morata de Tajuña los días clave de este relato y también dos huellas de dos calzados diferentes localizados en el escenario. Eso refuerza la idea de que acudió a la casa en dos días diferentes, en los que llevó dos pares de zapatillas distintos.

A las once de la noche del 21 de enero de 2024, Dilawar se presentó en la Guardia Civil de Arganda del Rey y dijo: ¿Sabes lo que ha pasado en Morata de Tajuña? Soy yo el que ha matado a las tres personas, porque estoy loco, esas personas han matado a mi madre, les he golpeado hasta matarles y no recuerdo nada más”. La historia no acaba aquí, un mes después de su ingreso en prisión, asesinó a su compañero de celda porque le molestaba su suciedad
 
En esto casos se mezcla la estupidez con la arrogancia. No dudo que su entorno tratara de abrirle los ojos pero ella se creia especial, " como no se va a enamorar Keanu reeves de mi? El y Tom cruise, se pelean por mi huesos"...

Sujetos con un ego descomunal.
Del caso de los 3 hermanos solo me da pena el hermano que no tenía culpa de nada, pobrecito...
 
¿Sabéis si se han hecho avances para encontrar a los verdaderos ladrones? Los que se hacían pasar por soldados estadounidenses, me refiero.
Supongo que estarán en Nigeria o similar y que lo que podrá hacer la policía es limitado, pero aún así para eso está la Interpol, ¿no?
Personalmente, creo que es prácticamente imposible que los encuentren y me da una rabia tremenda. Al final han jugado con estas personas y les ha llevado a la muerte, no merecen estar libres con su dinero.
 
No se si se me escapa algo pero porque el asesino se tiró 3 o 4 horas de madrugada caminando para hacer los doce kilómetros hasta el pueblo? No tenía ni dos euros para un autobús? Creía que yendo andando le vería menos gente y dejaría menos pistas que en transporte público?

Lo dice el artículo a la vez que dice que estaba casi en la indigencia, asi que diría que la teoría es que fue por no tener nada de dinero
 
Sujetos con un ego descomunal.
Del caso de los 3 hermanos solo me da pena el hermano que no tenía culpa de nada, pobrecito...
Totalmente.
Las otras dos no me dan ninguna pena y el Paki menos todavía. Ellas eran mayores e ignorantes, sí, pero hicieron mucho daño a las personas (jubiladas también) que confiaron en ellas al prestarles dinero, y según vi en un reportaje del caso, la gente del pueblo cuenta que iban por ahí como de sobradas creyéndose lo más de lo más por tener esos "novios" que tanto las querían. Pero el hermano que encima tenía una discapacidad psíquica, pobre hombre.
 
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