Pues si, pero a base de repetir el mismo patron, uno se vuelve inmune a ese deprecio, y al final se quedan retratados, como lo que son, los matones del recreo, que adoran humillar a alguien publicamente.Ya te digo...cuando alguien no tiene argumentos, necesita defenestrar al otro. Muy típico de los de cierta cuerda. Nada nuevo bajo el sol