Hasta mediados de los 2000 se mantuvo físicamente estupenda, luego empezó a engordar.
Antes era súper elegante, en la película Indochina, por la fue nominada al Oscar, estaba guapa a rabiar, pero desde que engordó la ropa le sentaba regular y eso que Gaultier y el equipo de LV le hacía todo a medida.
Siempre la he visto como una mujer muy sola o con problemas económicos, a su edad y encadenando proyectos uno detrás de otro como si no tuviese nada mejor que hacer o necesitase la pasta. Eso sí, siempre con los mejores directores.
En Francia es un mito de los de verdad.
Y bueno, siempre ha sido una bruja. Diego Galán en su libro sobre el festival de cine la describe como antipática y maleducada y pagada de si misma, una diva en el peor sentido de la palabra.