Veamos: esta infecta putarraca (¿para qué ser educad@s, cuando eso es lo que es?) desciende de un militar gris, mediocre y sin talento endurecido por las aterradoras campañas genocidas llevadas a cabo durante la Guerra del Rif por el Ejército Expedicionario de África, donde se distraía clavando cabezas en picas y leyendo panfletos antisemitas junto con sus amigos Emilio Mola, José Sanjurjo, Juan Yagüe, Enrique Varela y JL Beigbeder. Todos los horrores que cometieron en África, luego los aplicarían a los pobres desgraciados que quisieron escapar del yugo feudal bajo el que vivían, y cometieron el "pecado" de crear sindicatos y ejercer su derecho al voto libre. Entre sus víctimas están mujeres y niños indefensos a los que se mataba porque no habían podido detener a los hombres de la familia, que habían escapado; ancianos, enfermos y hasta pobres criaturas de cinco añitos que se habían unido a los sindicatos porque los obligaban a trabajar en el campo como bestias de carga.
Luego, cuando estaba afianzado en el poder y ya había devenido en el "Generalísimo", causó otras tantas muertes incrementando la carestía en España al apropiarse de cargamentos de trigo, legumbres, carne y lácteos donados por países menos castigados por la guerra, que luego revendía al pueblo al que supuestamente había querido salvar del Comunismo y la masonería, a precio de oro (de ahí y de apropiarse de los bienes ajenos, proviene la base de la fortuna de esta gentuza). Luego ya sabemos que compraron una cantidad de bienes inmuebles increíble con dinero público, se repartieron fortunas con sus amigos, obligaron al pueblo a pagar sus fastos y pretensiones (como con o Paço de Meirás), y nunca les ha pasado nada porque sirvieron a los intereses yanquis como buenos perritos... Y luego, no olvidemos que el pasatiempos favorito del gordinflón de la voz de pito era, aparte de robar a expuertas, sentarse a beber chocolate a la taza mientras ratificaba sentencias de muerte (yo creo que el psicópata extrañaba la posibilidad de decapitar a destajo a campesinos del Rif y la España devastada por la guerra, y este era el único sucedáneo que había podido encontrar).
Luego, la otra rama de la familia viene de la Carbrujita Polo, que era un bicho oscuro, anodino y provinciano con pretensiones de princesa en el Oviedo más aislado y rural imaginable, y creía que era alguien importantísimo porque su familia tenía una fábrica de quesos (vaya qué finura y frescura, la señá Carmen). El mal bicho éste sabía los horrores que había llevado a cabo el marido y, en realidad, lo único que le importaba era que la nobleza le besara el trasero de pollo y apropiarse de todas las joyas y trabajos de arte que le apetecían, por gracia de ser la esposa del genocida... Y así les salió la hija: una inútil de tomo y lomo, mimada, con un complejo de superioridad enfermizo (lógico, siendo hija de dos psicópatas) y unida a la "clase alta" más rancia, retrógrada e hipócrita por vía de un matrimonio impuesto al Marqué de Villaverde, que era otro facha de aúpa.
Y luego la tercera generación quedó bien servida... Todos unos vividores, gandules, fachosos y de la peor calaña imaginable. Ninguno ha estudiado nada teniéndolo todo para haber hecho hasta doctorados con la mano en la cintura y, por contrario, se han dedicado a pavonearse entre la jet set como si fueran dignos de admiración, mientras que esta tremenda putona ha ido siempre a la caza del rabo más grande, tirando el dinero como si fuera agua y vendiendo exclusivas acerca de nada mientras exige que se respete la memoria del verdugo que tenía por abuelo, y se la trate como si fuera la más respetable, pura y virtuosa de las damas, cuando no es más que una zorra descendiente de asesinos, ladrones y pervertidos... Si tenemos que sentir pena por semejante furcia, vamos peor de lo que pensaba. Ahora va a resultar que vivir a costas de un chanchullero mugroso y no pagar el alquiler que te puedes permitir, pero no te da la gana arrendar porque Eres La Nietísima, va a ser digno de lástima y admiración. Es que ni Tontiló Marrullero podría salir con una estupidez mayor.
Si este mal bicho quere vivir a todo trapo, que se meta la mano el del dilatadísimo y rebosante bolsillo que tiene, que no le cuesta nada. Mira que hay gente sinvergüenza...
