LOS ANIMALES

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esto me ha gustado mucho, es verdad...

Cuando un animal se va de tu lado, no se marcha del todo
23 agosto, 2016 TerapiaDirecta lamenteesmaravillosa.comanimales de compañia,conexión humanos animales


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Cuando un animal se va de tu lado, no se marcha del todo. En tu mente aparece reiteradamente el recuerdo de todas las cosas que os unen. Recuerdos de paseos por el parque. De salidas en grupo. De la alegría con la que te recibía al llegar a casa. De confidencias. De complicidad y apoyo. De tardes de invierno debajo de una manta compartiendo lecturas.

Llegan a tu memoria los recuerdos de los primeros tiempos. Quizá lo complicada que fue la adaptación. Los primeros pasos como compañeros de fatigas. Las primeras salidas. Los primeros cariños. Las primeras trastadas. Los primeros enfados.

Al comienzo es duro. Todo tu entorno te lo recuerda y no paras de pensar que las cosas podrían haber sido diferentes. Alguien te dice que lo mejor es buscar un nuevo compañero. La idea se te hace impensable. Imposible. Jamás podrán ocupar su lugar.


Cuando un animal se va de tu lado, no se marcha del todo. En tu corazón permanece el recuerdo de ese ser querido con el que has compartido alegrías, tristezas, sinsabores. No te paras nunca a pensar que, quizás algún día, sea el último. La última sonrisa. El último abrazo. El último cariño. El último día que te devuelve la mirada de fiel y leal amigo.

La tristeza no es buena compañera
La tristeza es enorme y piensas que nunca vas a poder superarlo. Pero un buen día amanece y te das cuenta que el recuerdo sigue ahí, pero ya no duele tanto. El dolor es soportable. El recuerdo infinito.


Dejar que la tristeza te aplaste y que el vacío que siente tu corazón y tu alma te desborde únicamente puede hacer más oscuro el túnel en el que estás
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Cuando un animal se va de tu lado, no se marcha del todo. Quizá vuelvas a encontrarle en otras circunstancias o en otro momento de tu vida. Es posible también que ese reencuentro no se produzca porque ya no está o porque no vuelve a cruzarse en tu camino. Pero tiene presencia en tu corazón. Como una huella indeleble que siempre va a acompañarte.

El el compañero más fiel que nunca has tenido. El que está contigo en todos los momentos. Nunca está cansado. Siempre te apoya. Sea como sea. Si estás triste, te da su apoyo incondicional. Si estás contenta, lo celebra contigo. No te abandona en ningún momento.

Es una relación de beneficio mutuo
Tú le dejas darte cariño, pero él también necesita del tuyo. Porque ese amigo fiel tiene sentimientos y emociones. Un animal es el mejor profesor de inteligencia emocional. Sabe expresar perfectamente las emociones básicas: sorpresa, ira, asco, miedo, tristeza, alegría. No necesita las palabras. Es el ejemplo perfecto de expresión corporal.

Un animal es la mejor medicina para la soledad. El mejor maestro de la asignatura de responsabilidad. El mejor entrenador para ayudarte a entender tus propias emociones.

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Cuando alguien se va de tu lado, no se marcha del todo. Porque ese alguien forma parte de tu familia. De tu vida. Quizá te ha acompañado desde tus primeros años y ha vivido contigo tus primeros desengaños, tu primer empleo, tu primer beso.

Recuerda siempre los momentos bonitos y dulces pasados y agradece todo el tiempo compartido
Es posible que algunas personas no entiendan que puedas sentirte así. Al fin y al cabo, no es una persona. Pero tú sabes que únicamente le hace falta vocalizar para ser humano. Porque no necesitáis dellenguaje hablado para entenderos. Porque tenéis un código en el que no son necesarias las palabras. Porque siente, piensa y se comporta mejor que algunas de las personas que conoces.

Sea como sea tienes que seguir adelante. Por eso, cuando un animal se va de tu lado, no se marcha del todo. El aprendizaje que te ha dado y el amor incondicional que te ha ofrecido lo tendrás para siempre.
 
Hasta el momento que se fue Auriguita, había tenido 2 Agapornis, macho y hembra. Auriguita era la hembra.
Eran muy diferentes el uno del otro. Como Agapornis, a ratos, permanecían pegados. Pero, no por mucho tiempo porque no congeniaban mucho. A pesar de eso, se necesitaban.

El día que se fue la hembra, le dije al macho: "Atri, Auriguita se ha ido". Y, Atri empezó a saltar de un lado para otro mirando por toda la habitación. Hasta que de pronto se paró en medio, y se me quedó mirando fíjamente a los ojos, como queriendo decir "y, qué vamos a hacer ahora?". Luego se pasó una semana entera cantando, desde la mañana hasta la noche, para hacerse pasar la pena.

La verdad que yo lo pasé muy mal de la manera que se fue porque la ví sufrir y sufrí junto con ella, a parte de la tristeza que me dió. Pero, también me dió pena al ver a Atri como reaccionaba cuando se lo dije...
 
es que los animales son increibles, tienen una sensibilidad...a mi es que mi chiqui me mira y yo siento que entiende todo, que se da cuenta si estoy triste o preocupada, me mira y me sigue con esos ojitos y es que me doy cuenta que lo comprende todo...perderlos es muy duro..
 
Siiii.... antes no había tenido nunca animales y nunca lo hubiera imaginado la conexión que se establece. Es cierto, con solo mirarlos ya los entiendes. y, además, es eso... que ellos son más sensibles y nos sienten y entienden perfectamente a nosotros. Antes sólo veía un pico y una cola. Ahora veo el alma del animal.

Además, Atri es muy gracioso. De todos los que he tenido, es el más comunicativo de todos. Y, tenemos unas conversaciones... Cuando le hablo siempre me responde, aunque no siempre lo entiendo. Me entiende más el a mi, que yo a él.

Es como si tuvieras hijos. Acabas amándolos y acabas sufriendo por ellos cuando les ocurre algo.
 
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