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No me vale el ejemplo de Grace o Diana. Ellas utilizaban tacón bajo para tratar de no superar la altura de los maridos ya que no eran altos...En primer lugar yo no soy objeto de debate, así que no me aludas directamente, ni te tomes la molestia de "informarme".
En segundo lugar cualquier persona con sentido común jamás va a criticar a otra porque acuda con unas zapatillas si tiene un dedo roto del pie; aquí lo que se pone en valor es que esta señora lleva más de 20 años calzando tacones absolutamente imposibles de llevar y su intención es no llevar el calzado que debería ni para cumplir con su obligación de saludar de pie en los besamanos. Hay alturas de 5, 7 cms, pero no, esta señora ha acudido habitualmente con tacones de 10 cms para arriba, poniendo hasta de moda la palabra "zapatronchos" o "letizios" porque era voz pópuli los andamios que utilizaba. No sólo el tacón, la horma estrecha también ha sido su santo y seña, y repito esa horma tampoco era exigida por nada, ningún protocolo. Lo ha hecho únicamente por estética, que se ve que es una de sus metas en la vida (a veces parece la única, pensarán algunos). Absolutamente nadie ni nada le obligaba a hacerlo, lo hizo porque le dio la real gana. Como he demostrado con los zapatos de novia de Grace y Diana, cualquier royal, hasta en su boda, puede calzar un zapato con tacón bajo o mínimo o calzar una horma ancha y verse absolutamente agraciada y respetable. Cuanto más en un acto normal o en cenas de gala. Pero no, ella ha querido calzar taconazo mañana, tarde y noche porque le ha dado la gana, y de esos polvos vienen estos lodos.
Y ahora, que se nos dice que tiene metatarsalgia y un neuroma de Morton, ha seguido utilizando tacón y horma estrecha, y más aún, llega una cena de gala y en vez de calzarse unos zapatos adecuados a su dolencia, se monta en los que habitualmente utiliza y se queda sentada saludando al personal. Para mí eso es de una frivolidad superlativa. Y ya encima, por si fuera poco, se nos adelanta que eso no fue un momento de crisis sino que va a ser la norma a partir de ahora en los besamanos, que va a seguir calzando lo que le venga en gana en las noches de gala y que no se va a operar. Esto es una tomadura de pelo y una ridiculez, además de una desvergüenza y un despropósito, aunque dijera lo contrario toda la corte celestial.
Letizia por el contrario se los ponía para acomodarse a Felipe.