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Yo he sufrido con el niño comiendo él solo una especie de papilla en el sofá del Airbnb...Le da de comer en el sofá, persiguiéndolo por el parque... todo muy glamuroso...
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Yo he sufrido con el niño comiendo él solo una especie de papilla en el sofá del Airbnb...Le da de comer en el sofá, persiguiéndolo por el parque... todo muy glamuroso...
La cara de asco con la que prueba la comida de Fendi es insultante. Justo antes de su experta crítica culinaria estaba pensando yo "qué pintaza tienen esa pasta y ese pastel". Pero, vamos, aunque fueran de goma... ¡a caballo regalado no le mires el diente!¿Y eso se supone que atrae a la gente a comprar productos de Fendi? Ver a 30 señoras más o menos recauchutadas riéndose y haciendo el mongolo, haciéndose las que nunca han visto un tractor (Pepa, hija, que tú eres de Galicia...) y luego invitarlas a comer a 2 carrillos platos que ni siquiera saben apreciar?? Al menos la Pepa, que en su casa no sale de la pizza y los cuatro platos guarros que hace el marido y ahora resulta que es una entendida y tiene el cuajo de ponerle un 6.5 a la pasta de la cena de Fendi... es que es para mear y no echar gota. ¿Y eso se supone que es trabajo? De verdad que no he comprado ni una sola cosa de Fendi en mi vida pero si fuese cliente suya me sentiría profundamente ofendida. No entiendo de marketing ni de publicidad y por lo visto nunca lo entenderé porque no me entra en la cabeza que este tipo de eventos le reporten algún tipo de beneficio a esas marcas.
Nuestra musa no es de mucho andar cuando esta alojada en la ciudad de turno, Madrid incluida. Suele moverse por los alrededores del hotel, asi que no tiene sentido que busque un piso en una zona cuando pasea, desayuna y va a por otro cafe en otro barrio diferente.No niego que he buscado el piso en airbnb, por la zona de Alcalá que comentabais y las sillas, sofá y cuadro que aparecía en las historias de Cincia y, la verdad, no lo encuentro.