Yo soy profesora y además, doy las charlas de bodypositive en el colegio. Jamás, JAMÁS he ridiculizado a nadie. De hecho siempre doy la opción (que no debería porque con el tabaco no se hace) de que si alguien va a sentirse mal, puede salir o no entrar.
Ejemplos claros. Niñas de una familia disfuncional. Mala alimentación, vida sedentaria. Obesas a los 14 años y no son ni conscientes de ello, pensaban que estaban "gorditas", no han reparado nunca en ello porque es lo normal para ellas. Gracias a esas charlas se dan cuenta de que esas campañas donde muestran a gente obesa se deben interpretar como que hay que respetar todos los cuerpos, pero no normalizar lo que no es. Empiezan a cambiar sus hábitos. A moverse más. A no creerse todos los yasss eres perfecta que vienen de sus compañeras con una 34 pero que jamás querrían estar gordas. Empiezan a comer menos fritos.
¿Cuál es la otra opción pues? No decirles nada vaya a ser que se traumen (ya que estamos acusándonos, pelín clasista pensar que todo el mundo nace con los recursos y la educación para saber de todo, no?), dejar que cada vez se pongan más y más obesas porque total, no pasa nada. Que tampoco le hagan mucho caso a los médicos porque todo el mundo es gordófobo, mucho yass queen eres perfecta no cambies (te lo dicen normalmente tías con su cinturita de avispa) y cuando tienes veintipico años estás que no te puedes ni mover y no sabes ni cómo has llegado ahí. Y ahora con esa edad tienes que desaprender tu vida sedentaria, la manera de comer que quizá por bajos recursos has tenido en tu casa...todo. Y todo se te va a hacer más cuesta arriba porque tienes, digamos, 25 años.
Pero lo importante es que con 14 no te dieron una charla desde el respeto diciendo que si bien hay que respetar a todos los seres humanos, no normalicemos esto porque la anorexia no se pone en las pasarelas (son los dos ejemplos más claros de los que se les habla a los niños).
Yo he sido fumadora (me estoy quitando) y siempre he estado a favor de las leyes antitabaco. Aunque a mí me jodiesen. Siempre. Porque no quiero que la gente caiga en eso. Porque sé que aunque me lo pida el cuerpo, es malo. Porque sé que los fumadores costamos dinero al Estado. Porque es una adicción.
Pero bueno, sí. La mala, la bully soy yo que intento enseñar a los niños desde el respeto más absoluto a respetar a sus cuerpos, a entender las consecuencias a largo plazo de diferentes adicciones y a no confiar en las RRSS porque mira por ejemplo lo que está pasando con el Ozempic. Por lo que sea a los seres de luz les dan absolutamente igual que los niños caigan en obesidad porque lo importante es vetar el derecho a siquiera hablar de ello. Es que es fuerte decir abiertamente que no se hable de una enfermedad a ver si va a leerlo alguien. Pero sí, la mala yo.