Marius Borg Høiby

https://www.abc.es/estilo/gente/abc...ado-agresion-200309020300-205057_noticia.html Noticia de escándalo por agredir a su ex novia de Espen Hoiby, hermano de Mette Marit. Artículo viejo.
02/09/2003 a las 08:34h.

ESTOCOLMO. Tiempos difíciles para la familia de Mette-Marit de Noruega. Ayer, un tribunal noruego condenó a sesenta días de cárcel a su hermano Espen Hoiby, de 44 años, por agredir a su ex novia el pasado mes de septiembre durante una fiesta de cumpleaños. El hermano de la esposa del Príncipe Hakoon, que trabaja como piloto en la compañía aérea escandinava SAS, sigue defendiendo su inocencia y recurrirá la sentencia, que le obliga también a pagar una multa de cerca de 5.000 euros. La condena se conocía el mismo día en que Mette-Marit empezaba su trabajo en la asociación Norad de Oslo. Pero las horas que Mette-Marit dedique a la problemática del sida, no consigen convertirse en el dulce que los noruegos necesitaban para poder entregar su afecto a la princesa. En una ciudad como Oslo, con graves problemas de empleo, ha desatado un gran escándalo el hecho de que, a pesar de que 1.078 ciudadanos solicitaron ese destino, la esposa de Haakon se lo llevara de calle. El método de empleo, que ha tenido un efecto explosivo entre los medios de comunicación, vuelve a poner en pie de guerra a los noruegos.
 
La verdad no entiendo, como siendo Marius, un niño pequeño criado por Mette Marit y Haakon, ninguno de ellos se dio cuenta de sus problemas de agresividad y violencia que llevaba con él, el no era un príncipe pero si se crio dentro de la familia real noruega, algún evento, Marius siempre estaba presente y se crio junto con sus hermanos, no entiendo como Mette Marit o el propio Haakon no le prestaron mas atención sabiendo los antecedentes de su padre biológico, ahora ese chico si es que quieren ayudarlo y lograr salir adelante sin la violencia que lleva consigo es que sus padres le hagan tomar terapia y digo padres, pues si bien Haakon no es el padre biológico si es su verdadero padre pues él lo crio y convivio con Marius desde que era un niño pequeño.
 
La verdad no entiendo, como siendo Marius, un niño pequeño criado por Mette Marit y Haakon, ninguno de ellos se dio cuenta de sus problemas de agresividad y violencia que llevaba con él, el no era un príncipe pero si se crio dentro de la familia real noruega, algún evento, Marius siempre estaba presente y se crio junto con sus hermanos, no entiendo como Mette Marit o el propio Haakon no le prestaron mas atención sabiendo los antecedentes de su padre biológico, ahora ese chico si es que quieren ayudarlo y lograr salir adelante sin la violencia que lleva consigo es que sus padres le hagan tomar terapia y digo padres, pues si bien Haakon no es el padre biológico si es su verdadero padre pues él lo crio y convivio con Marius desde que era un niño pequeño.
El padre de Marius existe, está vivo, también se ha criado con él y con su esposa y con sus otros hermanos.
Y tiene 27 años, ya no es ningún niño, es un hombre adulto

Y en Noruega se bebe mucho y mucho y no saben beber ni nunca sabrán hacerlo porque beben solo para emborracharse y beber y beber hasta quedarse KO
Y no solo Marius.
Alcoholismo y suicidios son un mal endemico de las sociedades nórdicas.
 

Medios: Mette-Marit ha hablado con la víctima​

La princesa heredera de Noruega entró en contacto con la víctima después de que su hijo mayor fuera arrestado por violencia y vandalismo.

La princesa heredera Mette-Marit y el príncipe heredero Haakon participaron el viernes en los Juegos Olímpicos de París, donde la pareja se vio claramente afectada por la violencia que retumba en Noruega.


Si bien la princesa heredera Mette-Marit ha seguido sin decir nada sobre el caso de violencia que ha afectado a la casa real y no menos importante a su hijo mayor Marius, ahora parece que está profundamente involucrada en el caso.

Según TV 2 de Noruega, estuvo en contacto directo con la mujer más joven, que la noche del domingo fue golpeada y amenazada con tanta violencia que tuvo que ir al hospital para recibir tratamiento.

Los medios noruegos informan que la princesa heredera y la víctima han tenido al menos una conversación personal. Algo que el tribunal noruego ha confirmado a Aftenposten .

- Pero no queremos entrar en detalles (sobre la conversación, ndr.), porque es privada, dice a los medios el responsable de comunicación Guri Varpe. Opuesto

SE og HØR de Noruega informa en su cobertura de noticias que Mette-Marit fue la única que intentó apoyar a la mujer más joven, con la que "tiene una cierta relación".

Por tanto, algo podría indicar que la mujer maltratada ha tenido una relación con Marius. También se supo anteriormente que Marius conocía a la mujer antes de que ocurriera la violencia .

Por otro lado, nada indica que la princesa heredera haya intentado influir en el testigo, lo que también sería ilegal.

Gracias @california.
Seguro que la maltratada ha tenido relación con Marius. De lo contrario sería una locura que arremetiera contra una desconocida y en su mismo hogar!
Lo comento acorde a lo que dice el artículo.
 
quieren saber como es la carcel en Noruega?

LAS CLAVES DEL ÉXITO DEL SISTEMA NORUEGO

Videojuegos y televisión en tus tres celdas: la "tortura" en la cárcel más humana​

Gimnasio, televisión, baño y ducha privada. Ciertos aspectos del sistema penitenciario noruego pueden resultar sorprendentes, pero hay pruebas de su eficacia. Sólo el 20% de los presos vuelve a delinquir​

Foto: Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).

Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).
Por
Gloria Pivetal
25/02/2015 - 05:00 Actualizado: 25/02/2015 - 16:22
Vista desde fuera, la cárcel noruega de Skien tiene el mismo aspecto deprimente y gris que cualquier otra prisión de alta seguridad. Las elevadas y gruesas paredes de hormigón que conforman su fachada no tienen nada que envidiar a los correccionales de países mucho menos avanzados en el arte de la rehabilitación. Sin embargo, basta superar la puerta de entrada para comprender las claves del éxito del sistema penitenciario noruego, cuyo índice de reincidencia delictiva es uno de los más bajos de todo el mundo.

En Skien, precisamente, cumple actualmente condena Anders Behring Breivik, el preso más famoso del país. Autor confeso del atentado en el que murieron 77 personas en julio de 2011, se podría decir que el Estado noruego se muestra benigno y compasivo con su más temido criminal. Responsable de la mayor masacre perpetrada en este país desde la Segunda Guerra Mundial, el terrorista dispone de tres celdas para él solo. La primera, dotada de televisión, baño y ducha privados, la utiliza para dormir y descansar. En la segunda, dispone de varias máquinas para hacer ejercicio, mientras que la tercera la destina a actividades de tipo intelectual, como leer o estudiar.

Breivik lee a diario los periódicos, sale a pasear al patio y, desde hace unos meses, ha empezado a estudiar la carrera de Ciencias Políticas a distancia. Pero, lejos de estar satisfecho, considera que su situación es “inhumana”, un verdadero “infierno”. Es más, el ultraderechista ve en ella una “forma de tortura”, un ataque a sus derechos humanos más fundamentales. Tal es su desesperación que sus abogados han anunciado que en breve presentarán una demanda contra el Ministerio de Justicia de Noruega, al que acusan de vulnerar la Convención Europea de Derechos Humanos.

En el centro de la demanda se halla el estricto régimen de aislamiento al que lleva sometido desde el día de su detención y que le impide mantener cualquier contacto con los demás reclusos. Y es cierto: su caso no tiene paragón en Noruega; Breivik es el único preso de todo el país que vive en estas condiciones. Su correspondencia, acceso al teléfono y posibilidades de recibir visitas también se han visto fuertemente restringidos, justo para impedir que propague sus sanguinarias ideas o reclute adeptos a su causa.

La defensa del terrorista lleva tiempo exigiendo el levantamiento de estas medidas, cuya vigencia tiene que ser renovada cada seis meses por las autoridades. Estas, no obstante, insisten una y otra vez en “el claro riesgo de fuga” y en la “peligrosidad del sujeto, que podría volver a cometer graves crímenes”, explica a El Confidencial Erling Faeste, director adjunto del sistema penitenciario de la Región Sur del país, donde se encuentra la cárcel.

“Lo que ocurre con Breivik es terrible”

“A todo ello se añade la posibilidad de que otros reclusos intenten acabar con él, pensando que al matarle se convertirían en héroes nacionales”, destaca a este diario Nils Christie, profesor emérito de Criminología de la Universidad de Oslo. Christie es un entusiasta defensor del enfoque humano y reconciliador que distingue al sistema penitenciario de su país. Por esto, lo que ocurre con Breivik le parece “terrible, tanto para él como para Noruega, pero, lamentablemente, no hay alternativa”.

En su opinión, es necesario mantenerlo aislado. Para contrarrestar la dureza de estas condiciones, sin embargo, propone permitir que personas ajenas a su ideología política le visiten y hablen con él. “Tendrían que ser, por decirlo de alguna manera, buenos noruegos, es decir, ni nazis ni gente susceptible de cometer atentados como el suyo”.

Según este experto, permitir que los presos tengan contacto con personas corrientes es parte del modelo de reinserción que ya se utiliza en los países nórdicos. “Ayuda a darles el sentido de normalidad del que, por mucho que nos esforcemos, carecen dentro de la cárcel”, asegura. Por lo demás, tampoco es cierto que Breivik se pase las 24 horas del día sin tener contacto con nadie. Si lo desea, tiene permiso para conversar con los guardas, el personal médico o el pastor protestante que visita regularmente el centro.
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El interior de una celda de la prisión de Halden, en Noruega (Reuters).

Bungalows de madera en un fiordo bucólico

Sea como sea, el caso del terrorista plantea serios retos al modo en que Noruega ha administrado sus prisiones hasta ahora. La idea fundamental es que lo único que se pierde cuando se entra en una cárcel es la libertad. Prima la rehabilitación, antes que el castigo. “No hay que olvidar que gran parte de los presos proceden de las clases sociales más bajas, carecen de educación o formación para desempeñar algún oficio”, destaca Christie. Más allá de alejarles de la sociedad por razones de seguridad, la función principal de la reclusión es ofrecerles una segunda oportunidad, que para algunos se convierte en la posibilidad de estudiar o aprender una profesión que nunca tuvieron.

En síntesis, se trata de lograr que, una vez libre, el preso prefiera llevar una vida normal a volver a caer en la criminalidad. Este es el espíritu en el que fue construidaBastøy, una cárcel especialmente diseñada para los últimos años de condena. Ubicada en una isla en medio del bucólico fiordo de Oslo, los presos viven en bungalows de madera equipados con cocina y baño. Trabajan en distintos oficios y reciben una discreta remuneración que les permite comprar comida en el pequeño supermercado de que dispone el recinto. Así pueden prepararse el desayuno y la cena ellos mismos. El almuerzo es la única comida que se sirve en común.

También se cuidan sus actividades de ocio. Pueden jugar al tenis, montar a caballo o bañarse en la playa en verano. El objetivo es prepararlos gradualmente para la vida activa que volverán a tener fuera de la prisión. Un sistema penal, por lo tanto, diseñado para curar y generar esperanza y no pena y desesperación.

La prueba de su eficacia la revelan los datos. Sólo el 20% de los presos noruegos vuelve a delinquir una vez en libertad. Una cifra que, en el caso de los que pasan por Bastøy, se reduce al 16%, muy por debajo de los niveles de reincidencia superiores al 50% que registran países como España o Estados Unidos.

El “Abu Ghraib” de Breivik

Condenado a 21 años prorrogables indefinidamente mientras se le siga considerando un peligro público, muy pocos creen que Breivik vuelva algún día a ser libre. Esto no le excluye de gran parte de los beneficios de que gozan los demás presos. Pero el terrorista no parece valorar los esfuerzos que está haciendo su país a pesar de la gravedad de sus ofensas. En los dos años y medio que lleva de condena, sus quejas han sido innumerables. Ha acusado a las autoridades de encerrarle en un “mini Abu Ghraib” por servirle el café frío, no proporcionarle suficiente mantequilla para untar el pan o no dejarle guardar crema hidratante en su celda.

Irrisoria también fue su amenaza de iniciar una huelga de hambre si no le cambiaban la PlayStation 2 por un modelo más reciente de la PlayStation 3, además de facilitarle videojuegos para adultos, en lugar de los inofensivos programas diseñados para niños a los que tiene acceso. En esa misma ocasión también reclamaba que le sustituyeran la “dolorosa” silla de su habitación por un confortable sofá. Demandas que, como es lógico, las autoridades le han denegado.

Ya es mucho que le permitan disfrutar de tres celdas enteras. Un trato privilegiado que los demás reclusos denuncian, pues aseguran que las atenciones especiales que recibe el terrorista provocan una reducción en los recursos que les dedican a ellos. Tras pasar el primer año de condena en la prisión de Ila, al oeste de Oslo, Breivik fue trasladado a Skien a mediados de 2013. Pero su singular visión de los derechos humanos le impide sentirse a gusto en ninguna de las dos. Según declaró él mismo durante el juicio, habría preferido que le condenaran a muerte. Con todo, la conmiseración con que le trata el Estado se ha convertido en la peor de sus condenas.



fuente: aqui
 
quieren saber como es la carcel en Noruega?

LAS CLAVES DEL ÉXITO DEL SISTEMA NORUEGO

Videojuegos y televisión en tus tres celdas: la "tortura" en la cárcel más humana​

Gimnasio, televisión, baño y ducha privada. Ciertos aspectos del sistema penitenciario noruego pueden resultar sorprendentes, pero hay pruebas de su eficacia. Sólo el 20% de los presos vuelve a delinquir​

Foto: Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).

Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).
Por
Gloria Pivetal
25/02/2015 - 05:00 Actualizado: 25/02/2015 - 16:22
Vista desde fuera, la cárcel noruega de Skien tiene el mismo aspecto deprimente y gris que cualquier otra prisión de alta seguridad. Las elevadas y gruesas paredes de hormigón que conforman su fachada no tienen nada que envidiar a los correccionales de países mucho menos avanzados en el arte de la rehabilitación. Sin embargo, basta superar la puerta de entrada para comprender las claves del éxito del sistema penitenciario noruego, cuyo índice de reincidencia delictiva es uno de los más bajos de todo el mundo.

En Skien, precisamente, cumple actualmente condena Anders Behring Breivik, el preso más famoso del país. Autor confeso del atentado en el que murieron 77 personas en julio de 2011, se podría decir que el Estado noruego se muestra benigno y compasivo con su más temido criminal. Responsable de la mayor masacre perpetrada en este país desde la Segunda Guerra Mundial, el terrorista dispone de tres celdas para él solo. La primera, dotada de televisión, baño y ducha privados, la utiliza para dormir y descansar. En la segunda, dispone de varias máquinas para hacer ejercicio, mientras que la tercera la destina a actividades de tipo intelectual, como leer o estudiar.

Breivik lee a diario los periódicos, sale a pasear al patio y, desde hace unos meses, ha empezado a estudiar la carrera de Ciencias Políticas a distancia. Pero, lejos de estar satisfecho, considera que su situación es “inhumana”, un verdadero “infierno”. Es más, el ultraderechista ve en ella una “forma de tortura”, un ataque a sus derechos humanos más fundamentales. Tal es su desesperación que sus abogados han anunciado que en breve presentarán una demanda contra el Ministerio de Justicia de Noruega, al que acusan de vulnerar la Convención Europea de Derechos Humanos.

En el centro de la demanda se halla el estricto régimen de aislamiento al que lleva sometido desde el día de su detención y que le impide mantener cualquier contacto con los demás reclusos. Y es cierto: su caso no tiene paragón en Noruega; Breivik es el único preso de todo el país que vive en estas condiciones. Su correspondencia, acceso al teléfono y posibilidades de recibir visitas también se han visto fuertemente restringidos, justo para impedir que propague sus sanguinarias ideas o reclute adeptos a su causa.

La defensa del terrorista lleva tiempo exigiendo el levantamiento de estas medidas, cuya vigencia tiene que ser renovada cada seis meses por las autoridades. Estas, no obstante, insisten una y otra vez en “el claro riesgo de fuga” y en la “peligrosidad del sujeto, que podría volver a cometer graves crímenes”, explica a El Confidencial Erling Faeste, director adjunto del sistema penitenciario de la Región Sur del país, donde se encuentra la cárcel.

“Lo que ocurre con Breivik es terrible”

“A todo ello se añade la posibilidad de que otros reclusos intenten acabar con él, pensando que al matarle se convertirían en héroes nacionales”, destaca a este diario Nils Christie, profesor emérito de Criminología de la Universidad de Oslo. Christie es un entusiasta defensor del enfoque humano y reconciliador que distingue al sistema penitenciario de su país. Por esto, lo que ocurre con Breivik le parece “terrible, tanto para él como para Noruega, pero, lamentablemente, no hay alternativa”.

En su opinión, es necesario mantenerlo aislado. Para contrarrestar la dureza de estas condiciones, sin embargo, propone permitir que personas ajenas a su ideología política le visiten y hablen con él. “Tendrían que ser, por decirlo de alguna manera, buenos noruegos, es decir, ni nazis ni gente susceptible de cometer atentados como el suyo”.

Según este experto, permitir que los presos tengan contacto con personas corrientes es parte del modelo de reinserción que ya se utiliza en los países nórdicos. “Ayuda a darles el sentido de normalidad del que, por mucho que nos esforcemos, carecen dentro de la cárcel”, asegura. Por lo demás, tampoco es cierto que Breivik se pase las 24 horas del día sin tener contacto con nadie. Si lo desea, tiene permiso para conversar con los guardas, el personal médico o el pastor protestante que visita regularmente el centro.
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El interior de una celda de la prisión de Halden, en Noruega (Reuters).

Bungalows de madera en un fiordo bucólico

Sea como sea, el caso del terrorista plantea serios retos al modo en que Noruega ha administrado sus prisiones hasta ahora. La idea fundamental es que lo único que se pierde cuando se entra en una cárcel es la libertad. Prima la rehabilitación, antes que el castigo. “No hay que olvidar que gran parte de los presos proceden de las clases sociales más bajas, carecen de educación o formación para desempeñar algún oficio”, destaca Christie. Más allá de alejarles de la sociedad por razones de seguridad, la función principal de la reclusión es ofrecerles una segunda oportunidad, que para algunos se convierte en la posibilidad de estudiar o aprender una profesión que nunca tuvieron.

En síntesis, se trata de lograr que, una vez libre, el preso prefiera llevar una vida normal a volver a caer en la criminalidad. Este es el espíritu en el que fue construidaBastøy, una cárcel especialmente diseñada para los últimos años de condena. Ubicada en una isla en medio del bucólico fiordo de Oslo, los presos viven en bungalows de madera equipados con cocina y baño. Trabajan en distintos oficios y reciben una discreta remuneración que les permite comprar comida en el pequeño supermercado de que dispone el recinto. Así pueden prepararse el desayuno y la cena ellos mismos. El almuerzo es la única comida que se sirve en común.

También se cuidan sus actividades de ocio. Pueden jugar al tenis, montar a caballo o bañarse en la playa en verano. El objetivo es prepararlos gradualmente para la vida activa que volverán a tener fuera de la prisión. Un sistema penal, por lo tanto, diseñado para curar y generar esperanza y no pena y desesperación.

La prueba de su eficacia la revelan los datos. Sólo el 20% de los presos noruegos vuelve a delinquir una vez en libertad. Una cifra que, en el caso de los que pasan por Bastøy, se reduce al 16%, muy por debajo de los niveles de reincidencia superiores al 50% que registran países como España o Estados Unidos.

El “Abu Ghraib” de Breivik

Condenado a 21 años prorrogables indefinidamente mientras se le siga considerando un peligro público, muy pocos creen que Breivik vuelva algún día a ser libre. Esto no le excluye de gran parte de los beneficios de que gozan los demás presos. Pero el terrorista no parece valorar los esfuerzos que está haciendo su país a pesar de la gravedad de sus ofensas. En los dos años y medio que lleva de condena, sus quejas han sido innumerables. Ha acusado a las autoridades de encerrarle en un “mini Abu Ghraib” por servirle el café frío, no proporcionarle suficiente mantequilla para untar el pan o no dejarle guardar crema hidratante en su celda.

Irrisoria también fue su amenaza de iniciar una huelga de hambre si no le cambiaban la PlayStation 2 por un modelo más reciente de la PlayStation 3, además de facilitarle videojuegos para adultos, en lugar de los inofensivos programas diseñados para niños a los que tiene acceso. En esa misma ocasión también reclamaba que le sustituyeran la “dolorosa” silla de su habitación por un confortable sofá. Demandas que, como es lógico, las autoridades le han denegado.

Ya es mucho que le permitan disfrutar de tres celdas enteras. Un trato privilegiado que los demás reclusos denuncian, pues aseguran que las atenciones especiales que recibe el terrorista provocan una reducción en los recursos que les dedican a ellos. Tras pasar el primer año de condena en la prisión de Ila, al oeste de Oslo, Breivik fue trasladado a Skien a mediados de 2013. Pero su singular visión de los derechos humanos le impide sentirse a gusto en ninguna de las dos. Según declaró él mismo durante el juicio, habría preferido que le condenaran a muerte. Con todo, la conmiseración con que le trata el Estado se ha convertido en la peor de sus condenas.



fuente: aqui
Todos hubieramos preferido que le condenasen a muerte
Pero tendrá que conformarse con la PlayStation.
 

sensacionalmente idiota​

¿Hay algo especial en que una madre hable con una mujer con la que su hijo ha tenido una relación? Sí. Cuando eres la princesa heredera, esa conversación se vuelve muy explosiva.​


El martes se pusieron sobre la mesa muchos hechos nuevos y sorprendentes en relación con el grave cargo contra el hijo de la princesa heredera Mette-Marit, Marius Borg Høiby (27). En primer lugar, la policía confirmó que en realidad había habido una relación romántica entre Høiby y la víctima del caso. Luego, el Palacio confirmó que la Princesa Heredera habló con la mujer ofendida después del incidente. Oi, oi, oi, este caso se está poniendo cada vez más espectacular.

No hay razón para creer que el propósito de contactar a la víctima fuera otro que el mejor. Lo único que podemos especular es que la princesa heredera Mette-Marit llamó a la víctima en el mejor sentido, es decir, simplemente para saber si se encontraba bien.

El problema es que este tipo de contactos convierte a la Princesa Heredera en un actor directo en el asunto. La bien intencionada irreflexión de Mette-Marit puede arrastrar a la parte oficial de la familia real más al escándalo.

Al parecer, la familia real se ha comportado muy correctamente después de que se conoció la acusación la semana pasada. Deben equilibrar sus propios deberes y su propia reputación, por un lado, y el cuidado de un miembro de la familia que se encuentra en mal estado, por el otro. Ya cuando el príncipe heredero Haakon llegó el miércoles de la semana pasada a los Juegos Olímpicos de París, no intentó dar explicaciones ni huir. Él mismo dijo que es grave cuando la policía está involucrada, pero dejó las preguntas más profundas sobre el incidente al abogado de Høiby. Le fue bien en ese ejercicio. El rey y la reina publicaron en Instagram fotografías de que siguieron los Juegos Olímpicos y se mantuvieron alejados del caso Marius.

Mette-Marit pospuso su viaje a París para ser madre, pero quizás también un poco suegra. Demasiada suegra. Los demás miembros de la familia real lo han pensado detenidamente y probablemente recibieron buenos consejos sobre cómo manejar el asunto. Esto también se aplica al propio Marius, a quien el abogado Øyvind Bratlien le ha aconsejado que espere para explicarse.

Una de las primeras cosas que hace un abogado penalista con experiencia es enfatizar a los clientes que deben evitar el contacto con la víctima. Esto también se aplica al contacto indirecto, es decir, a través de otros. Mette-Marit no pudo haber pedido consejo a nadie antes de llamar a la mujer ofendida.
También muestra una falta de comprensión de los mecanismos de poder que desencadena una conversación de este tipo, porque no sabe qué peso pueden tener las palabras de una princesa heredera. Lo que ella misma considera palabras comunes y reconfortantes es algo que el interlocutor puede recordar por el resto de su vida. Por lo tanto, "torpe" es quizás una palabra demasiado cuidadosa para describir la actuación de la princesa heredera. Puede resultar que simplemente haya sido sensacionalmente idiota.

En el Código Penal existe una disposición que prohíbe actuar de manera que pueda influir en una de las partes en un caso penal. Esta "disposición sobre influencia de testigos" tiene una pena mucho más alta que la disposición por daños corporales. Esto subraya la seriedad. Mette-Marit nunca tuvo la intención de influir en nadie en este asunto, pero su comportamiento es muy imprudente. A diferencia de Marius, ella tiene inmunidad. No puede ser castigada y no tiene que declarar en un posible proceso penal contra su hijo.
Es precisamente este caso el que más teme ahora el Castillo. Si la investigación proporciona motivos para presentar cargos, todo se discutirá en audiencia pública. Se presentarán los resultados del análisis de sangre del imputado, otros hechos que hayan podido suceder en la relación y hechos que se remontan a más atrás en el tiempo y se traerán testigos al efecto. Se presentarán fotografías y grabaciones de audio de las conversaciones de Marius con la víctima antes del arresto y se le pedirá a la víctima que explique su conversación con Mette-Marit. Una llamada que puede acabar costando más de lo que figura en la factura telefónica. Si llegamos al punto en que la princesa heredera tenga que invocar su inmunidad, será malo. Y dañino.
Algunos creen que un juicio tan espectacular e histórico puede evitarse si la víctima retira el informe. No es así. La investigación ha sido iniciada por la policía por iniciativa propia y el incidente es de tal naturaleza que la víctima no puede retirar unilateralmente el caso del sistema judicial. Eso empeora aún más el manejo de la princesa heredera.

 

sensacionalmente idiota​

¿Hay algo especial en que una madre hable con una mujer con la que su hijo ha tenido una relación? Sí. Cuando eres la princesa heredera, esa conversación se vuelve muy explosiva.​


El martes se pusieron sobre la mesa muchos hechos nuevos y sorprendentes en relación con el grave cargo contra el hijo de la princesa heredera Mette-Marit, Marius Borg Høiby (27). En primer lugar, la policía confirmó que en realidad había habido una relación romántica entre Høiby y la víctima del caso. Luego, el Palacio confirmó que la Princesa Heredera habló con la mujer ofendida después del incidente. Oi, oi, oi, este caso se está poniendo cada vez más espectacular.

No hay razón para creer que el propósito de contactar a la víctima fuera otro que el mejor. Lo único que podemos especular es que la princesa heredera Mette-Marit llamó a la víctima en el mejor sentido, es decir, simplemente para saber si se encontraba bien.

El problema es que este tipo de contactos convierte a la Princesa Heredera en un actor directo en el asunto. La bien intencionada irreflexión de Mette-Marit puede arrastrar a la parte oficial de la familia real más al escándalo.

Al parecer, la familia real se ha comportado muy correctamente después de que se conoció la acusación la semana pasada. Deben equilibrar sus propios deberes y su propia reputación, por un lado, y el cuidado de un miembro de la familia que se encuentra en mal estado, por el otro. Ya cuando el príncipe heredero Haakon llegó el miércoles de la semana pasada a los Juegos Olímpicos de París, no intentó dar explicaciones ni huir. Él mismo dijo que es grave cuando la policía está involucrada, pero dejó las preguntas más profundas sobre el incidente al abogado de Høiby. Le fue bien en ese ejercicio. El rey y la reina publicaron en Instagram fotografías de que siguieron los Juegos Olímpicos y se mantuvieron alejados del caso Marius.

Mette-Marit pospuso su viaje a París para ser madre, pero quizás también un poco suegra. Demasiada suegra. Los demás miembros de la familia real lo han pensado detenidamente y probablemente recibieron buenos consejos sobre cómo manejar el asunto. Esto también se aplica al propio Marius, a quien el abogado Øyvind Bratlien le ha aconsejado que espere para explicarse.

Una de las primeras cosas que hace un abogado penalista con experiencia es enfatizar a los clientes que deben evitar el contacto con la víctima. Esto también se aplica al contacto indirecto, es decir, a través de otros. Mette-Marit no pudo haber pedido consejo a nadie antes de llamar a la mujer ofendida.
También muestra una falta de comprensión de los mecanismos de poder que desencadena una conversación de este tipo, porque no sabe qué peso pueden tener las palabras de una princesa heredera. Lo que ella misma considera palabras comunes y reconfortantes es algo que el interlocutor puede recordar por el resto de su vida. Por lo tanto, "torpe" es quizás una palabra demasiado cuidadosa para describir la actuación de la princesa heredera. Puede resultar que simplemente haya sido sensacionalmente idiota.

En el Código Penal existe una disposición que prohíbe actuar de manera que pueda influir en una de las partes en un caso penal. Esta "disposición sobre influencia de testigos" tiene una pena mucho más alta que la disposición por daños corporales. Esto subraya la seriedad. Mette-Marit nunca tuvo la intención de influir en nadie en este asunto, pero su comportamiento es muy imprudente. A diferencia de Marius, ella tiene inmunidad. No puede ser castigada y no tiene que declarar en un posible proceso penal contra su hijo.
Es precisamente este caso el que más teme ahora el Castillo. Si la investigación proporciona motivos para presentar cargos, todo se discutirá en audiencia pública. Se presentarán los resultados del análisis de sangre del imputado, otros hechos que hayan podido suceder en la relación y hechos que se remontan a más atrás en el tiempo y se traerán testigos al efecto. Se presentarán fotografías y grabaciones de audio de las conversaciones de Marius con la víctima antes del arresto y se le pedirá a la víctima que explique su conversación con Mette-Marit. Una llamada que puede acabar costando más de lo que figura en la factura telefónica. Si llegamos al punto en que la princesa heredera tenga que invocar su inmunidad, será malo. Y dañino.
Algunos creen que un juicio tan espectacular e histórico puede evitarse si la víctima retira el informe. No es así. La investigación ha sido iniciada por la policía por iniciativa propia y el incidente es de tal naturaleza que la víctima no puede retirar unilateralmente el caso del sistema judicial. Eso empeora aún más el manejo de la princesa heredera.

No tiene nada de extraño ni malvado ni manipulador que Mette-Marit se interese por el estado de la víctima de la agresión de su hijo.
Bien al contrario, es una muestra de valor y cortesía por parte de Mette-Marit a una víctima de violencia y, además, la víctima es una chica a la que parece que conoce personalmente como amiga de su hijo y qué menos que interesarse por su estado de salud y por su familia en esta desafortunada y triste historia. Y que en nada va a influir ni perjudicar ni beneficiar ni entorpecer a la investigación policial.
La llamada es seguro y evidente que habrá sido grabada y no influirá en absoluto ni en la investigación ni en la acusación.



Hay una investigación policial abierta y esa investigación policial es la única que determinará los cargos y el caso penal contra Marius.

Nadie en Noruega va a culpar de nada a Mette-Marit, ni siquiera esa prensa que la califica como torpe e idiota.
Si no se hubiera interesado, igualmente la hubieran llamado torpe e idiota y muchas cosas más y más terribles.
Noruega es un país tan poco poblado y tan sumamente aburrido que la prensa no pierde la ocasión de "entretener" cuando se da la oportunidad.
El caso de una agresión siempre es grave pero que Mette-Marit se interese personalmente por la víctima de esa agresión es lo único bueno y saludable de esta deplorable historia.


Quién estará furioso es el chaman, que ya no sabe a quien más llamar racista para que los focos vuelvan a él y su venta de piedras holisticas.
 
quieren saber como es la carcel en Noruega?

LAS CLAVES DEL ÉXITO DEL SISTEMA NORUEGO

Videojuegos y televisión en tus tres celdas: la "tortura" en la cárcel más humana​

Gimnasio, televisión, baño y ducha privada. Ciertos aspectos del sistema penitenciario noruego pueden resultar sorprendentes, pero hay pruebas de su eficacia. Sólo el 20% de los presos vuelve a delinquir​

Foto: Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).

Un agente de policía entra en la prisión de Ila, en el pueblo de Eidsmarka, cerca de Oslo (Reuters).
Por
Gloria Pivetal
25/02/2015 - 05:00 Actualizado: 25/02/2015 - 16:22
Vista desde fuera, la cárcel noruega de Skien tiene el mismo aspecto deprimente y gris que cualquier otra prisión de alta seguridad. Las elevadas y gruesas paredes de hormigón que conforman su fachada no tienen nada que envidiar a los correccionales de países mucho menos avanzados en el arte de la rehabilitación. Sin embargo, basta superar la puerta de entrada para comprender las claves del éxito del sistema penitenciario noruego, cuyo índice de reincidencia delictiva es uno de los más bajos de todo el mundo.

En Skien, precisamente, cumple actualmente condena Anders Behring Breivik, el preso más famoso del país. Autor confeso del atentado en el que murieron 77 personas en julio de 2011, se podría decir que el Estado noruego se muestra benigno y compasivo con su más temido criminal. Responsable de la mayor masacre perpetrada en este país desde la Segunda Guerra Mundial, el terrorista dispone de tres celdas para él solo. La primera, dotada de televisión, baño y ducha privados, la utiliza para dormir y descansar. En la segunda, dispone de varias máquinas para hacer ejercicio, mientras que la tercera la destina a actividades de tipo intelectual, como leer o estudiar.

Breivik lee a diario los periódicos, sale a pasear al patio y, desde hace unos meses, ha empezado a estudiar la carrera de Ciencias Políticas a distancia. Pero, lejos de estar satisfecho, considera que su situación es “inhumana”, un verdadero “infierno”. Es más, el ultraderechista ve en ella una “forma de tortura”, un ataque a sus derechos humanos más fundamentales. Tal es su desesperación que sus abogados han anunciado que en breve presentarán una demanda contra el Ministerio de Justicia de Noruega, al que acusan de vulnerar la Convención Europea de Derechos Humanos.

En el centro de la demanda se halla el estricto régimen de aislamiento al que lleva sometido desde el día de su detención y que le impide mantener cualquier contacto con los demás reclusos. Y es cierto: su caso no tiene paragón en Noruega; Breivik es el único preso de todo el país que vive en estas condiciones. Su correspondencia, acceso al teléfono y posibilidades de recibir visitas también se han visto fuertemente restringidos, justo para impedir que propague sus sanguinarias ideas o reclute adeptos a su causa.

La defensa del terrorista lleva tiempo exigiendo el levantamiento de estas medidas, cuya vigencia tiene que ser renovada cada seis meses por las autoridades. Estas, no obstante, insisten una y otra vez en “el claro riesgo de fuga” y en la “peligrosidad del sujeto, que podría volver a cometer graves crímenes”, explica a El Confidencial Erling Faeste, director adjunto del sistema penitenciario de la Región Sur del país, donde se encuentra la cárcel.

“Lo que ocurre con Breivik es terrible”

“A todo ello se añade la posibilidad de que otros reclusos intenten acabar con él, pensando que al matarle se convertirían en héroes nacionales”, destaca a este diario Nils Christie, profesor emérito de Criminología de la Universidad de Oslo. Christie es un entusiasta defensor del enfoque humano y reconciliador que distingue al sistema penitenciario de su país. Por esto, lo que ocurre con Breivik le parece “terrible, tanto para él como para Noruega, pero, lamentablemente, no hay alternativa”.

En su opinión, es necesario mantenerlo aislado. Para contrarrestar la dureza de estas condiciones, sin embargo, propone permitir que personas ajenas a su ideología política le visiten y hablen con él. “Tendrían que ser, por decirlo de alguna manera, buenos noruegos, es decir, ni nazis ni gente susceptible de cometer atentados como el suyo”.

Según este experto, permitir que los presos tengan contacto con personas corrientes es parte del modelo de reinserción que ya se utiliza en los países nórdicos. “Ayuda a darles el sentido de normalidad del que, por mucho que nos esforcemos, carecen dentro de la cárcel”, asegura. Por lo demás, tampoco es cierto que Breivik se pase las 24 horas del día sin tener contacto con nadie. Si lo desea, tiene permiso para conversar con los guardas, el personal médico o el pastor protestante que visita regularmente el centro.
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El interior de una celda de la prisión de Halden, en Noruega (Reuters).

Bungalows de madera en un fiordo bucólico

Sea como sea, el caso del terrorista plantea serios retos al modo en que Noruega ha administrado sus prisiones hasta ahora. La idea fundamental es que lo único que se pierde cuando se entra en una cárcel es la libertad. Prima la rehabilitación, antes que el castigo. “No hay que olvidar que gran parte de los presos proceden de las clases sociales más bajas, carecen de educación o formación para desempeñar algún oficio”, destaca Christie. Más allá de alejarles de la sociedad por razones de seguridad, la función principal de la reclusión es ofrecerles una segunda oportunidad, que para algunos se convierte en la posibilidad de estudiar o aprender una profesión que nunca tuvieron.

En síntesis, se trata de lograr que, una vez libre, el preso prefiera llevar una vida normal a volver a caer en la criminalidad. Este es el espíritu en el que fue construidaBastøy, una cárcel especialmente diseñada para los últimos años de condena. Ubicada en una isla en medio del bucólico fiordo de Oslo, los presos viven en bungalows de madera equipados con cocina y baño. Trabajan en distintos oficios y reciben una discreta remuneración que les permite comprar comida en el pequeño supermercado de que dispone el recinto. Así pueden prepararse el desayuno y la cena ellos mismos. El almuerzo es la única comida que se sirve en común.

También se cuidan sus actividades de ocio. Pueden jugar al tenis, montar a caballo o bañarse en la playa en verano. El objetivo es prepararlos gradualmente para la vida activa que volverán a tener fuera de la prisión. Un sistema penal, por lo tanto, diseñado para curar y generar esperanza y no pena y desesperación.

La prueba de su eficacia la revelan los datos. Sólo el 20% de los presos noruegos vuelve a delinquir una vez en libertad. Una cifra que, en el caso de los que pasan por Bastøy, se reduce al 16%, muy por debajo de los niveles de reincidencia superiores al 50% que registran países como España o Estados Unidos.

El “Abu Ghraib” de Breivik

Condenado a 21 años prorrogables indefinidamente mientras se le siga considerando un peligro público, muy pocos creen que Breivik vuelva algún día a ser libre. Esto no le excluye de gran parte de los beneficios de que gozan los demás presos. Pero el terrorista no parece valorar los esfuerzos que está haciendo su país a pesar de la gravedad de sus ofensas. En los dos años y medio que lleva de condena, sus quejas han sido innumerables. Ha acusado a las autoridades de encerrarle en un “mini Abu Ghraib” por servirle el café frío, no proporcionarle suficiente mantequilla para untar el pan o no dejarle guardar crema hidratante en su celda.

Irrisoria también fue su amenaza de iniciar una huelga de hambre si no le cambiaban la PlayStation 2 por un modelo más reciente de la PlayStation 3, además de facilitarle videojuegos para adultos, en lugar de los inofensivos programas diseñados para niños a los que tiene acceso. En esa misma ocasión también reclamaba que le sustituyeran la “dolorosa” silla de su habitación por un confortable sofá. Demandas que, como es lógico, las autoridades le han denegado.

Ya es mucho que le permitan disfrutar de tres celdas enteras. Un trato privilegiado que los demás reclusos denuncian, pues aseguran que las atenciones especiales que recibe el terrorista provocan una reducción en los recursos que les dedican a ellos. Tras pasar el primer año de condena en la prisión de Ila, al oeste de Oslo, Breivik fue trasladado a Skien a mediados de 2013. Pero su singular visión de los derechos humanos le impide sentirse a gusto en ninguna de las dos. Según declaró él mismo durante el juicio, habría preferido que le condenaran a muerte. Con todo, la conmiseración con que le trata el Estado se ha convertido en la peor de sus condenas.



fuente: aqui
Si sale, mucha gente lo mandará al otro lado.
Que buenos que son los noruegos con él.
 

Marius Borg Høiby a NRK: admite el uso de violencia en la intoxicación por cocaína​

Høiby habla por primera vez sobre el violento incidente de la semana pasada.

Høiby habla ahora con NRK:

"El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad con alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi crianza y mi vida adulta he tenido y sigo teniendo desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio".

"El consumo de drogas y mis diagnósticos no excusan lo que pasó en el apartamento de Frogner la noche del domingo del fin de semana pasado. Quiero ser responsable de lo que he hecho y daré explicaciones sinceras a la policía".


Se lo escribió a NRK a través de su defensor Øyvind Bratlien.

"Para mí, lo más importante es pedirle perdón a mi novia. No merecía lo que pasó esa noche, ni la presión extrema de la prensa noruega y extranjera después. Ser perseguido por fotógrafos y periodistas en un momento como este, sé que ha sido difícil de soportar".

“También quiero pedir disculpas a mi familia. Sé que mis acciones te han afectado mucho
» .

“Así que para ti mi amor, lo siento. Esto nunca debería haber sucedido y asumo toda la responsabilidad por mis acciones.
-Marius Borg Høiby ».

NRK solicitó una entrevista y también pidió hacer sus propias preguntas, pero él se negó.

- La pronunciación es de sus propias palabras según se desee. No tengo más comentarios por el momento y no responderé preguntas por el momento, afirma Bratlien a NRK.

 

Marius Borg Høiby a NRK: admite el uso de violencia en la intoxicación por cocaína​

Høiby habla por primera vez sobre el violento incidente de la semana pasada.

Høiby habla ahora con NRK:

"El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad con alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi crianza y mi vida adulta he tenido y sigo teniendo desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio".

"El consumo de drogas y mis diagnósticos no excusan lo que pasó en el apartamento de Frogner la noche del domingo del fin de semana pasado. Quiero ser responsable de lo que he hecho y daré explicaciones sinceras a la policía".


Se lo escribió a NRK a través de su defensor Øyvind Bratlien.

"Para mí, lo más importante es pedirle perdón a mi novia. No merecía lo que pasó esa noche, ni la presión extrema de la prensa noruega y extranjera después. Ser perseguido por fotógrafos y periodistas en un momento como este, sé que ha sido difícil de soportar".

“También quiero pedir disculpas a mi familia. Sé que mis acciones te han afectado mucho
» .

“Así que para ti mi amor, lo siento. Esto nunca debería haber sucedido y asumo toda la responsabilidad por mis acciones.
-Marius Borg Høiby ».

NRK solicitó una entrevista y también pidió hacer sus propias preguntas, pero él se negó.

- La pronunciación es de sus propias palabras según se desee. No tengo más comentarios por el momento y no responderé preguntas por el momento, afirma Bratlien a NRK.

No es tonto , alega estar bajo efectos de drogas y tener trastornos de conducta.
Pero por lo que hemos leído a su ex , presuntamente tenía ya esta conducta.
 
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