Postureo

¿No tenéis la sensación de que en redes (digo redes cuando quiero decir Instagram) se está todo el año esperando que pasen cosas?

Me parece la red más postureta y consumista que existe, pero a la vez me encanta por eso, por ver las gilipolleces que hacen algunos por dar la nota.

Fue verano y hubo que presumir de vacaciones.
Luego se presume de vuelta al trabajo en septiembre.
En la Hispanidad nos vamos de puente porque cómo se me puede ocurrir quedarme en mi ciudad. No, hombre no.
Después llega Halloween y tengo que subir 527981 vídeos de maquillaje, disfraces, de recetas con calabazas y de mi niño haciendo truco o trato por las calles de Móstoles.
Ahora estamos en noviembre, que en teoría es un mes tranquilo y aburrido, pero no, porque a finales llega el Black Friday y tengo que subir no sé cuántos stories con códigos de descuento de chollos de cosas que no necesito.
Y a su vez, ahora mismo hay gente que ya está poniendo árboles de Navidad.
Luego llega Navidad, lo vivimos a tope con los villancicos de Mariah Carey (atención, en los stories está terminantemente prohibido poner el de "pero mira cómo beben los peces en el río").
Pasa Navidad y postureamos en enero con que tenemos que perder unos kilitos de más porque las fiestas han sido excesivas.
Luego llega febrero y damos por culo con Carnaval.
Marzo es medianamente tranquilo, aunque ya empiezan algunas a dar el coñazo con la operación bikini (pero, Puri, si faltan tres meses por lo menos).
En abril tenemos semana santa y volvemos a la casilla "PUENTE". Sí o sí tenemos que irnos de viaje.
En mayo ya sacamos la ropa de verano.
Y después en junio, julio y agosto subimos stories en la playa/piscina con el texto "aquí, sufriendo".

Antes en Tuenti éramos más normales. Subíamos fotos con granos, con los ojos medio cerraos...

Ahora es todo gastar, todo viajar sin sentido, todo comprar cosas absurdas...
 
¿No tenéis la sensación de que en redes (digo redes cuando quiero decir Instagram) se está todo el año esperando que pasen cosas?

Me parece la red más postureta y consumista que existe, pero a la vez me encanta por eso, por ver las gilipolleces que hacen algunos por dar la nota.

Fue verano y hubo que presumir de vacaciones.
Luego se presume de vuelta al trabajo en septiembre.
En la Hispanidad nos vamos de puente porque cómo se me puede ocurrir quedarme en mi ciudad. No, hombre no.
Después llega Halloween y tengo que subir 527981 vídeos de maquillaje, disfraces, de recetas con calabazas y de mi niño haciendo truco o trato por las calles de Móstoles.
Ahora estamos en noviembre, que en teoría es un mes tranquilo y aburrido, pero no, porque a finales llega el Black Friday y tengo que subir no sé cuántos stories con códigos de descuento de chollos de cosas que no necesito.
Y a su vez, ahora mismo hay gente que ya está poniendo árboles de Navidad.
Luego llega Navidad, lo vivimos a tope con los villancicos de Mariah Carey (atención, en los stories está terminantemente prohibido poner el de "pero mira cómo beben los peces en el río").
Pasa Navidad y postureamos en enero con que tenemos que perder unos kilitos de más porque las fiestas han sido excesivas.
Luego llega febrero y damos por culo con Carnaval.
Marzo es medianamente tranquilo, aunque ya empiezan algunas a dar el coñazo con la operación bikini (pero, Puri, si faltan tres meses por lo menos).
En abril tenemos semana santa y volvemos a la casilla "PUENTE". Sí o sí tenemos que irnos de viaje.
En mayo ya sacamos la ropa de verano.
Y después en junio, julio y agosto subimos stories en la playa/piscina con el texto "aquí, sufriendo".

Antes en Tuenti éramos más normales. Subíamos fotos con granos, con los ojos medio cerraos...

Ahora es todo gastar, todo viajar sin sentido, todo comprar cosas absurdas...
Exacto. Tengo amigos que les he pillado ya odio no pero manía sí por esto que comentas, no tienen personalidad, les queman las manos si no suben al momento lo que hacen y en la mejor pose. Ahora nadie es normal, prima, me resulta difícil congeniar con la gente por este tema aparentemente superficial.
 
Exacto. Tengo amigos que les he pillado ya odio no pero manía sí por esto que comentas, no tienen personalidad, les queman las manos si no suben al momento lo que hacen y en la mejor pose. Ahora nadie es normal, prima, me resulta difícil congeniar con la gente por este tema aparentemente superficial.
Y sí, están como subs esperando los momentos clave del año, es que lo dicen ellos mismos xDDD Tienes razón, somos malas, es divertido coñe
 
¿No tenéis la sensación de que en redes (digo redes cuando quiero decir Instagram) se está todo el año esperando que pasen cosas?

Me parece la red más postureta y consumista que existe, pero a la vez me encanta por eso, por ver las gilipolleces que hacen algunos por dar la nota.

Fue verano y hubo que presumir de vacaciones.
Luego se presume de vuelta al trabajo en septiembre.
En la Hispanidad nos vamos de puente porque cómo se me puede ocurrir quedarme en mi ciudad. No, hombre no.
Después llega Halloween y tengo que subir 527981 vídeos de maquillaje, disfraces, de recetas con calabazas y de mi niño haciendo truco o trato por las calles de Móstoles.
Ahora estamos en noviembre, que en teoría es un mes tranquilo y aburrido, pero no, porque a finales llega el Black Friday y tengo que subir no sé cuántos stories con códigos de descuento de chollos de cosas que no necesito.
Y a su vez, ahora mismo hay gente que ya está poniendo árboles de Navidad.
Luego llega Navidad, lo vivimos a tope con los villancicos de Mariah Carey (atención, en los stories está terminantemente prohibido poner el de "pero mira cómo beben los peces en el río").
Pasa Navidad y postureamos en enero con que tenemos que perder unos kilitos de más porque las fiestas han sido excesivas.
Luego llega febrero y damos por culo con Carnaval.
Marzo es medianamente tranquilo, aunque ya empiezan algunas a dar el coñazo con la operación bikini (pero, Puri, si faltan tres meses por lo menos).
En abril tenemos semana santa y volvemos a la casilla "PUENTE". Sí o sí tenemos que irnos de viaje.
En mayo ya sacamos la ropa de verano.
Y después en junio, julio y agosto subimos stories en la playa/piscina con el texto "aquí, sufriendo".

Antes en Tuenti éramos más normales. Subíamos fotos con granos, con los ojos medio cerraos...

Ahora es todo gastar, todo viajar sin sentido, todo comprar cosas absurdas...
Qué puto estrés prima, a mi que a veces solo me apetece estar tumbada mirando el techo y con música 🤣🤣🤣🤣
 

BeReal, el 'anti-Instagram' al que emigra en masa la generación Z​

ARCHIVO

  • La 'app' no tiene detrás algoritmos, ni ‘fake news’, ni constantes acusaciones de interferir políticamente​

  • Es una red en la que no hay que fingir que tu vida es más interesante de lo que es​


BeReal, la aplicación nacida en Francia y bautizada entre sus usuarios como el 'anti-Instagram', está arrasando en todo el mundo a pasos agigantados. Fue lanzada en 2020, aunque el 'boom' no llegó hasta principios de este año, cuando pasó de menos de 200.000 descargas mensuales a un millón. Su crecimiento sigue en aumento, situándose ahora en los tres millones de usuarios que la usan diariamente. Y la curva continúa apuntando hacia arriba.

BeReal brilla por su simple planteamiento. No hay algoritmo (tienes todo el contenido disponible y ordenado por hora de publicación, no hay una inteligencia artificial decidiendo por ti), es muy privada (así que es prácticamente imposible convertirse en 'influencer'), y solo se puede publicar, como máximo, una vez al día, a través de un método basado en notificaciones: a una hora aleatoria del día, la 'app' te reclama y, entonces, habilita el periodo para que todos sus usuarios suban una fotografía de lo que están haciendo en ese preciso instante. Así, si se activa la notificación a las 9 de la noche, tu 'feed' se inundará de cenas, cocinas o de algún afortunado tomando una copa.


A raíz del bombazo de BeReal, las grandes preguntas que se está formulando todo el mundo son obvias. ¿Tendrá recorrido? Y, sobre todo, ¿podrá vencer a la tiranía del algoritmo de Meta? Los grandes inversores creen que sí: recientemente, la firma Andreessen Horowitz invirtió 30 millones en su desarrollo. Y siguen apareciendo nuevos 'partners' interesados.

La red capitaliza la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil​

Aun así, las respuestas a estas cuestiones, obviamente, solo la tiene el tiempo. Pero, lo que está claro, es que BeReal está logrando capitalizar la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil, y que enarbolan esta recién

1. Sin la tiranía del algoritmo​

Todos conocemos el algoritmo, ese lenguaje invisible que dicta qué vemos y qué no vemos en Internet. Francesc Boix (@boix en Instagram, donde tiene 97k seguidores, y Francesc Boix en YouTube, donde sobrepasa el medio millón), asegura, como experto en marketing digital en la agencia Lateral Thinking, que actualmente, dos o tres empresas privadas controlan el espacio público digital sin ningún escrúpulo ni humanidad". Añade, además, que "la motivación para crear estos algoritmos es satisfacer inversores, no para dar contenido a sus usuarios".

Por supuesto, el público no es ciego a estos abusos y, según un estudio de la universidad estadounidense de Georgetown, el 47% de los usuarios de Instagram sentían "fatiga" por ver siempre el mismo contenido de 'influencers' por encima del de sus amigos. Un cansancio que se ha visto potenciado por los últimos cambios en el algoritmo de la empresa de Zuckerberg, que relega todavía más en la escalada de las prioridades a las publicaciones de los usuarios anónimos que se esconden lejos del estrellato digital. En este caldo de cultivo de malestar surge BeReal, el nuevo buque insignia en la guerra de los usuarios contra el algoritmo y los contenidos prefabricados.

2. Privacidad máxima​

¿Quieres ver el BeReal de alguien? O explícitamente lo ha hecho público, o no tendrás acceso a sus publicaciones si no sois amigos. ¿Que quieres hacer el voyeur y consumir sin publicar? Tampoco: en BeReal el contenido está bloqueado para aquellos que no participan con sus fotos. Estas funcionalidades han resonado mucho en los 'centennials', una generación que, como Kaitlyn Tiffany sentenciaba en 'The Atlantic', opina que la marca personal está muerta y que es mejor ser anónima 'on line'. Se acabó quemarse como los 'millennials' para ganar notoriedad y relevancia social: ahora se lleva no ser nadie.
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Sí, es cuanto menos curioso que la reacción ante internet de la generación Z –los nativos digitales– sea abrumarse por sus horrores. Los 'centennials' "saben cómo funcionan las redes sociales, son más conscientes de que son una extensión del yo", afirma Janira Planes, directora de comunicación de Wuolah y especialista en cultura de internet.

Ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición​

Por eso, ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición. Lo demuestran los términos 'finsta' (para Instagram) y 'candado' (para Twitter), que son cuentas secundarias sin indicios de la persona que se esconde tras el usuario y que sirven para ser más reales y auténticos ante un grupo reducido de seguidores de confianza. Las grandes redes se han dado cuenta y están cambiando para proporcionar estas capas de privacidad. Por ejemplo, tanto Twitter como Instagram han desarrollado herramientas de mejores amigos donde el contenido que se comparte solo puede ser consumido por los círculos sociales más íntimos del autor.

3. Filtros y naturalidad​

Hace unos años surgió lo que se bautizó como Instagram casual, que impulsaba usar la aplicación como un diario de fotografías auténticas, al natural y sin filtrar, sin artificios. BeReal es, esencialmente, esto. Sus fotografías, hechas en doble formato, con la cámara frontal y la trasera disparándose a la vez, se deben tomar desde la propia 'app' y con una ventana de dos minutos, así que no hay 'staging' [puesta en escena], ni retoques, ni filtros. Aquí eres tú: sin más.

"Todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar", señala Janira Planes, especialista en cultura de internet​

"BeReal enseña una parte más genuina de las personas de nuestro entorno", afirma Planes. Las cosas más básicas del día a día, esas que parecen no ser interesantes, aquí generan conversación. El contenido es natural, quién somos de verdad: "Gracias a BeReal sé que mi prima ahora está estudiando encerrada en casa, por ejemplo. En Insta no, ahí la veo una comida, en la playa…", continúa Planes, mientras refuerza su tesis con TikTok en el que una usuaria reflexionaba sobre que BeReal le había enseñado que "todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar. Tus amigos no están constantemente haciendo planes, sino que están en el sofá, comiendo una manzana, mirando 'New Girl'. E hicieron lo mismo ayer. Y está bien".

4. Sin ‘influencers’ ni contenido viral​

"Se hace mucho más contenido del que se puede consumir, con lo cual todos estamos en una guerra absoluta por captar la atención de la gente", advierte Francesc Boix. Por eso, como añade Planes, BeReal rompe este esquema, "es solo una cosa, publicada por personas con confianza, una vez al día". Aquí no hay 'influencers', no hay virales, y apenas pretensiones, solo un pequeño fragmento del día a día de tus amigos.

Aun así, Boix cree que este modo de vivir las redes es todavía muy nicho "y la mayoría de las cuentas siguen consumiendo contenido 'mainstream'". Aunque algunos Nostradamus de lo digital aseguran que, por su planteamiento, BeReal podría matar a los 'influencers', "todavía están lejos de desaparecer", se moja el experto.

5. Sin riesgo de adicción​

Ya no hay horas muertas de 'scroll'. En BeReal entras, miras las fotos del día, y sales. Si vuelves a entrar, el mismo contenido: difícil volverse adicto. "Hay un punto de dependencia a la notificación diaria", opina Planes, sin embargo, añade que compensa porque no dedicas tanto tiempo a la app a lo largo del día. A diferencia de Instagram, aquí el 'scroll' es finito. Es una 'app' de paso, y no, como Boix define a las grandes redes sociales, "pozos sin fondo de contenido".
Yo he intentado registrarme para ver qué tal y no lo puedes hacer con la dirección de correo electrónico, tienes que poner el número de teléfono y yo paso
 
¿No tenéis la sensación de que en redes (digo redes cuando quiero decir Instagram) se está todo el año esperando que pasen cosas?

Me parece la red más postureta y consumista que existe, pero a la vez me encanta por eso, por ver las gilipolleces que hacen algunos por dar la nota.

Fue verano y hubo que presumir de vacaciones.
Luego se presume de vuelta al trabajo en septiembre.
En la Hispanidad nos vamos de puente porque cómo se me puede ocurrir quedarme en mi ciudad. No, hombre no.
Después llega Halloween y tengo que subir 527981 vídeos de maquillaje, disfraces, de recetas con calabazas y de mi niño haciendo truco o trato por las calles de Móstoles.
Ahora estamos en noviembre, que en teoría es un mes tranquilo y aburrido, pero no, porque a finales llega el Black Friday y tengo que subir no sé cuántos stories con códigos de descuento de chollos de cosas que no necesito.
Y a su vez, ahora mismo hay gente que ya está poniendo árboles de Navidad.
Luego llega Navidad, lo vivimos a tope con los villancicos de Mariah Carey (atención, en los stories está terminantemente prohibido poner el de "pero mira cómo beben los peces en el río").
Pasa Navidad y postureamos en enero con que tenemos que perder unos kilitos de más porque las fiestas han sido excesivas.
Luego llega febrero y damos por culo con Carnaval.
Marzo es medianamente tranquilo, aunque ya empiezan algunas a dar el coñazo con la operación bikini (pero, Puri, si faltan tres meses por lo menos).
En abril tenemos semana santa y volvemos a la casilla "PUENTE". Sí o sí tenemos que irnos de viaje.
En mayo ya sacamos la ropa de verano.
Y después en junio, julio y agosto subimos stories en la playa/piscina con el texto "aquí, sufriendo".

Antes en Tuenti éramos más normales. Subíamos fotos con granos, con los ojos medio cerraos...

Ahora es todo gastar, todo viajar sin sentido, todo comprar cosas absurdas...
la realidad es que la gente hoy en día es así, yo tengo redes pero hace años que no miro nunca stories ni perfiles de la gente...solo algún caso esporádico.
 

BeReal, el 'anti-Instagram' al que emigra en masa la generación Z​

ARCHIVO

  • La 'app' no tiene detrás algoritmos, ni ‘fake news’, ni constantes acusaciones de interferir políticamente​

  • Es una red en la que no hay que fingir que tu vida es más interesante de lo que es​


BeReal, la aplicación nacida en Francia y bautizada entre sus usuarios como el 'anti-Instagram', está arrasando en todo el mundo a pasos agigantados. Fue lanzada en 2020, aunque el 'boom' no llegó hasta principios de este año, cuando pasó de menos de 200.000 descargas mensuales a un millón. Su crecimiento sigue en aumento, situándose ahora en los tres millones de usuarios que la usan diariamente. Y la curva continúa apuntando hacia arriba.

BeReal brilla por su simple planteamiento. No hay algoritmo (tienes todo el contenido disponible y ordenado por hora de publicación, no hay una inteligencia artificial decidiendo por ti), es muy privada (así que es prácticamente imposible convertirse en 'influencer'), y solo se puede publicar, como máximo, una vez al día, a través de un método basado en notificaciones: a una hora aleatoria del día, la 'app' te reclama y, entonces, habilita el periodo para que todos sus usuarios suban una fotografía de lo que están haciendo en ese preciso instante. Así, si se activa la notificación a las 9 de la noche, tu 'feed' se inundará de cenas, cocinas o de algún afortunado tomando una copa.


A raíz del bombazo de BeReal, las grandes preguntas que se está formulando todo el mundo son obvias. ¿Tendrá recorrido? Y, sobre todo, ¿podrá vencer a la tiranía del algoritmo de Meta? Los grandes inversores creen que sí: recientemente, la firma Andreessen Horowitz invirtió 30 millones en su desarrollo. Y siguen apareciendo nuevos 'partners' interesados.

La red capitaliza la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil​

Aun así, las respuestas a estas cuestiones, obviamente, solo la tiene el tiempo. Pero, lo que está claro, es que BeReal está logrando capitalizar la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil, y que enarbolan esta recién

1. Sin la tiranía del algoritmo​

Todos conocemos el algoritmo, ese lenguaje invisible que dicta qué vemos y qué no vemos en Internet. Francesc Boix (@boix en Instagram, donde tiene 97k seguidores, y Francesc Boix en YouTube, donde sobrepasa el medio millón), asegura, como experto en marketing digital en la agencia Lateral Thinking, que actualmente, dos o tres empresas privadas controlan el espacio público digital sin ningún escrúpulo ni humanidad". Añade, además, que "la motivación para crear estos algoritmos es satisfacer inversores, no para dar contenido a sus usuarios".

Por supuesto, el público no es ciego a estos abusos y, según un estudio de la universidad estadounidense de Georgetown, el 47% de los usuarios de Instagram sentían "fatiga" por ver siempre el mismo contenido de 'influencers' por encima del de sus amigos. Un cansancio que se ha visto potenciado por los últimos cambios en el algoritmo de la empresa de Zuckerberg, que relega todavía más en la escalada de las prioridades a las publicaciones de los usuarios anónimos que se esconden lejos del estrellato digital. En este caldo de cultivo de malestar surge BeReal, el nuevo buque insignia en la guerra de los usuarios contra el algoritmo y los contenidos prefabricados.

2. Privacidad máxima​

¿Quieres ver el BeReal de alguien? O explícitamente lo ha hecho público, o no tendrás acceso a sus publicaciones si no sois amigos. ¿Que quieres hacer el voyeur y consumir sin publicar? Tampoco: en BeReal el contenido está bloqueado para aquellos que no participan con sus fotos. Estas funcionalidades han resonado mucho en los 'centennials', una generación que, como Kaitlyn Tiffany sentenciaba en 'The Atlantic', opina que la marca personal está muerta y que es mejor ser anónima 'on line'. Se acabó quemarse como los 'millennials' para ganar notoriedad y relevancia social: ahora se lleva no ser nadie.
328f789f-f3ba-442a-92f5-e87b68429475_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg


Sí, es cuanto menos curioso que la reacción ante internet de la generación Z –los nativos digitales– sea abrumarse por sus horrores. Los 'centennials' "saben cómo funcionan las redes sociales, son más conscientes de que son una extensión del yo", afirma Janira Planes, directora de comunicación de Wuolah y especialista en cultura de internet.

Ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición​

Por eso, ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición. Lo demuestran los términos 'finsta' (para Instagram) y 'candado' (para Twitter), que son cuentas secundarias sin indicios de la persona que se esconde tras el usuario y que sirven para ser más reales y auténticos ante un grupo reducido de seguidores de confianza. Las grandes redes se han dado cuenta y están cambiando para proporcionar estas capas de privacidad. Por ejemplo, tanto Twitter como Instagram han desarrollado herramientas de mejores amigos donde el contenido que se comparte solo puede ser consumido por los círculos sociales más íntimos del autor.

3. Filtros y naturalidad​

Hace unos años surgió lo que se bautizó como Instagram casual, que impulsaba usar la aplicación como un diario de fotografías auténticas, al natural y sin filtrar, sin artificios. BeReal es, esencialmente, esto. Sus fotografías, hechas en doble formato, con la cámara frontal y la trasera disparándose a la vez, se deben tomar desde la propia 'app' y con una ventana de dos minutos, así que no hay 'staging' [puesta en escena], ni retoques, ni filtros. Aquí eres tú: sin más.

"Todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar", señala Janira Planes, especialista en cultura de internet​

"BeReal enseña una parte más genuina de las personas de nuestro entorno", afirma Planes. Las cosas más básicas del día a día, esas que parecen no ser interesantes, aquí generan conversación. El contenido es natural, quién somos de verdad: "Gracias a BeReal sé que mi prima ahora está estudiando encerrada en casa, por ejemplo. En Insta no, ahí la veo una comida, en la playa…", continúa Planes, mientras refuerza su tesis con TikTok en el que una usuaria reflexionaba sobre que BeReal le había enseñado que "todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar. Tus amigos no están constantemente haciendo planes, sino que están en el sofá, comiendo una manzana, mirando 'New Girl'. E hicieron lo mismo ayer. Y está bien".

4. Sin ‘influencers’ ni contenido viral​

"Se hace mucho más contenido del que se puede consumir, con lo cual todos estamos en una guerra absoluta por captar la atención de la gente", advierte Francesc Boix. Por eso, como añade Planes, BeReal rompe este esquema, "es solo una cosa, publicada por personas con confianza, una vez al día". Aquí no hay 'influencers', no hay virales, y apenas pretensiones, solo un pequeño fragmento del día a día de tus amigos.

Aun así, Boix cree que este modo de vivir las redes es todavía muy nicho "y la mayoría de las cuentas siguen consumiendo contenido 'mainstream'". Aunque algunos Nostradamus de lo digital aseguran que, por su planteamiento, BeReal podría matar a los 'influencers', "todavía están lejos de desaparecer", se moja el experto.

5. Sin riesgo de adicción​

Ya no hay horas muertas de 'scroll'. En BeReal entras, miras las fotos del día, y sales. Si vuelves a entrar, el mismo contenido: difícil volverse adicto. "Hay un punto de dependencia a la notificación diaria", opina Planes, sin embargo, añade que compensa porque no dedicas tanto tiempo a la app a lo largo del día. A diferencia de Instagram, aquí el 'scroll' es finito. Es una 'app' de paso, y no, como Boix define a las grandes redes sociales, "pozos sin fondo de contenido".
acabará siendo postureo igual, de diferente modo si quieres pero lo mismo...además la mayoría de gente comun ni siquiera es influencer.
 
Reality vs. linkedIn

Reality:
obtuve mi licencia de conducir

LinkedIn: me siento honrado y emocionado de anunciar que he sido seleccionado entre los 5 mejores solicitantes que participaron en el examen profesional y más respetado que evalúa las habilidades y la capacidad para operar fuel- vehículos basados. No puedo esperar a ver lo que depara el próximo capítulo, y no puedo expresar mi agradecimiento al ministerio de transporte, Wendy's, Google, NASA, mis vecinos que me apoyaron durante este difícil viaje.


Compartir estas cosas (es un ejemplo) le sirve para algo a la gente? Osea yo flipo con la de peña que pone cosas así: que si completaron curso tal, que si su trabajó fue expuesto en no se donde, etc.
 

BeReal, el 'anti-Instagram' al que emigra en masa la generación Z​

ARCHIVO

  • La 'app' no tiene detrás algoritmos, ni ‘fake news’, ni constantes acusaciones de interferir políticamente​

  • Es una red en la que no hay que fingir que tu vida es más interesante de lo que es​


BeReal, la aplicación nacida en Francia y bautizada entre sus usuarios como el 'anti-Instagram', está arrasando en todo el mundo a pasos agigantados. Fue lanzada en 2020, aunque el 'boom' no llegó hasta principios de este año, cuando pasó de menos de 200.000 descargas mensuales a un millón. Su crecimiento sigue en aumento, situándose ahora en los tres millones de usuarios que la usan diariamente. Y la curva continúa apuntando hacia arriba.

BeReal brilla por su simple planteamiento. No hay algoritmo (tienes todo el contenido disponible y ordenado por hora de publicación, no hay una inteligencia artificial decidiendo por ti), es muy privada (así que es prácticamente imposible convertirse en 'influencer'), y solo se puede publicar, como máximo, una vez al día, a través de un método basado en notificaciones: a una hora aleatoria del día, la 'app' te reclama y, entonces, habilita el periodo para que todos sus usuarios suban una fotografía de lo que están haciendo en ese preciso instante. Así, si se activa la notificación a las 9 de la noche, tu 'feed' se inundará de cenas, cocinas o de algún afortunado tomando una copa.


A raíz del bombazo de BeReal, las grandes preguntas que se está formulando todo el mundo son obvias. ¿Tendrá recorrido? Y, sobre todo, ¿podrá vencer a la tiranía del algoritmo de Meta? Los grandes inversores creen que sí: recientemente, la firma Andreessen Horowitz invirtió 30 millones en su desarrollo. Y siguen apareciendo nuevos 'partners' interesados.

La red capitaliza la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil​

Aun así, las respuestas a estas cuestiones, obviamente, solo la tiene el tiempo. Pero, lo que está claro, es que BeReal está logrando capitalizar la frustración de una generación que cree que el mercado digital actual es muy hostil, y que enarbolan esta recién

1. Sin la tiranía del algoritmo​

Todos conocemos el algoritmo, ese lenguaje invisible que dicta qué vemos y qué no vemos en Internet. Francesc Boix (@boix en Instagram, donde tiene 97k seguidores, y Francesc Boix en YouTube, donde sobrepasa el medio millón), asegura, como experto en marketing digital en la agencia Lateral Thinking, que actualmente, dos o tres empresas privadas controlan el espacio público digital sin ningún escrúpulo ni humanidad". Añade, además, que "la motivación para crear estos algoritmos es satisfacer inversores, no para dar contenido a sus usuarios".

Por supuesto, el público no es ciego a estos abusos y, según un estudio de la universidad estadounidense de Georgetown, el 47% de los usuarios de Instagram sentían "fatiga" por ver siempre el mismo contenido de 'influencers' por encima del de sus amigos. Un cansancio que se ha visto potenciado por los últimos cambios en el algoritmo de la empresa de Zuckerberg, que relega todavía más en la escalada de las prioridades a las publicaciones de los usuarios anónimos que se esconden lejos del estrellato digital. En este caldo de cultivo de malestar surge BeReal, el nuevo buque insignia en la guerra de los usuarios contra el algoritmo y los contenidos prefabricados.

2. Privacidad máxima​

¿Quieres ver el BeReal de alguien? O explícitamente lo ha hecho público, o no tendrás acceso a sus publicaciones si no sois amigos. ¿Que quieres hacer el voyeur y consumir sin publicar? Tampoco: en BeReal el contenido está bloqueado para aquellos que no participan con sus fotos. Estas funcionalidades han resonado mucho en los 'centennials', una generación que, como Kaitlyn Tiffany sentenciaba en 'The Atlantic', opina que la marca personal está muerta y que es mejor ser anónima 'on line'. Se acabó quemarse como los 'millennials' para ganar notoriedad y relevancia social: ahora se lleva no ser nadie.
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Sí, es cuanto menos curioso que la reacción ante internet de la generación Z –los nativos digitales– sea abrumarse por sus horrores. Los 'centennials' "saben cómo funcionan las redes sociales, son más conscientes de que son una extensión del yo", afirma Janira Planes, directora de comunicación de Wuolah y especialista en cultura de internet.

Ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición​

Por eso, ya no se lleva ser popular, sino poner barreras a la exposición. Lo demuestran los términos 'finsta' (para Instagram) y 'candado' (para Twitter), que son cuentas secundarias sin indicios de la persona que se esconde tras el usuario y que sirven para ser más reales y auténticos ante un grupo reducido de seguidores de confianza. Las grandes redes se han dado cuenta y están cambiando para proporcionar estas capas de privacidad. Por ejemplo, tanto Twitter como Instagram han desarrollado herramientas de mejores amigos donde el contenido que se comparte solo puede ser consumido por los círculos sociales más íntimos del autor.

3. Filtros y naturalidad​

Hace unos años surgió lo que se bautizó como Instagram casual, que impulsaba usar la aplicación como un diario de fotografías auténticas, al natural y sin filtrar, sin artificios. BeReal es, esencialmente, esto. Sus fotografías, hechas en doble formato, con la cámara frontal y la trasera disparándose a la vez, se deben tomar desde la propia 'app' y con una ventana de dos minutos, así que no hay 'staging' [puesta en escena], ni retoques, ni filtros. Aquí eres tú: sin más.

"Todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar", señala Janira Planes, especialista en cultura de internet​

"BeReal enseña una parte más genuina de las personas de nuestro entorno", afirma Planes. Las cosas más básicas del día a día, esas que parecen no ser interesantes, aquí generan conversación. El contenido es natural, quién somos de verdad: "Gracias a BeReal sé que mi prima ahora está estudiando encerrada en casa, por ejemplo. En Insta no, ahí la veo una comida, en la playa…", continúa Planes, mientras refuerza su tesis con TikTok en el que una usuaria reflexionaba sobre que BeReal le había enseñado que "todos somos un poco más aburridos de lo que intentamos aparentar. Tus amigos no están constantemente haciendo planes, sino que están en el sofá, comiendo una manzana, mirando 'New Girl'. E hicieron lo mismo ayer. Y está bien".

4. Sin ‘influencers’ ni contenido viral​

"Se hace mucho más contenido del que se puede consumir, con lo cual todos estamos en una guerra absoluta por captar la atención de la gente", advierte Francesc Boix. Por eso, como añade Planes, BeReal rompe este esquema, "es solo una cosa, publicada por personas con confianza, una vez al día". Aquí no hay 'influencers', no hay virales, y apenas pretensiones, solo un pequeño fragmento del día a día de tus amigos.

Aun así, Boix cree que este modo de vivir las redes es todavía muy nicho "y la mayoría de las cuentas siguen consumiendo contenido 'mainstream'". Aunque algunos Nostradamus de lo digital aseguran que, por su planteamiento, BeReal podría matar a los 'influencers', "todavía están lejos de desaparecer", se moja el experto.

5. Sin riesgo de adicción​

Ya no hay horas muertas de 'scroll'. En BeReal entras, miras las fotos del día, y sales. Si vuelves a entrar, el mismo contenido: difícil volverse adicto. "Hay un punto de dependencia a la notificación diaria", opina Planes, sin embargo, añade que compensa porque no dedicas tanto tiempo a la app a lo largo del día. A diferencia de Instagram, aquí el 'scroll' es finito. Es una 'app' de paso, y no, como Boix define a las grandes redes sociales, "pozos sin fondo de contenido".


Es un descojone Be Real. No estoy registrada, pero hay una cuenta en Twitter que recopila los mejores casos de la app y sale cada cuadro que para qué.
Hace poco una subió a un tío ardiendo, literal, arrasado por fuego porque se está liando parda en Francia con disturbios. Y postea una foto en el be real de ella mientras está sacándole una foto al fulano ardiendo. Es como mostrar la cruda realidad del momento, sin historias. Luego salen cosas cómicas y es que es un descojone.
Es como los snapchats de franceses, una risión. El otro día un fulano posteaba como perdía un bus en mitad de la nada, de noche, estaba que se subía por las paredes, me imagino el percal de esperar solo en un puñetero bosque alejado hasta el próximo bus. Y justo está grabando y se encuentra 20€ en el suelo y le cambia la cara, mientras lo iba grabando. A lo mejor contado así no tiene gracia, pero yo es que me tronchaba.

Es como una forma de reírse de la perfección falsa del Instagram que sobre todo usan americanos y europeos ñoños con ínfulas.
 
Si eres fijo en un trabajo o
Es un descojone Be Real. No estoy registrada, pero hay una cuenta en Twitter que recopila los mejores casos de la app y sale cada cuadro que para qué.
Hace poco una subió a un tío ardiendo, literal, arrasado por fuego porque se está liando parda en Francia con disturbios. Y postea una foto en el be real de ella mientras está sacándole una foto al fulano ardiendo. Es como mostrar la cruda realidad del momento, sin historias. Luego salen cosas cómicas y es que es un descojone.
Es como los snapchats de franceses, una risión. El otro día un fulano posteaba como perdía un bus en mitad de la nada, de noche, estaba que se subía por las paredes, me imagino el percal de esperar solo en un puñetero bosque alejado hasta el próximo bus. Y justo está grabando y se encuentra 20€ en el suelo y le cambia la cara, mientras lo iba grabando. A lo mejor contado así no tiene gracia, pero yo es que me tronchaba.

Es como una forma de reírse de la perfección falsa del Instagram que sobre todo usan americanos y europeos ñoños con ínfulas.
También hay gente que dice que se usa de postureo que de be real nada
 
A mi lo que me sorprende ver en linkedin es como la gente nada mas terminar los estudios parece tener empleo fijo...y las tasas de paro que hay en españa que son? Osea yo no paro de saltar de trabajo en trabajo...lo máximo que tengo en la vida laboral son 65 dias y me ocupa mas de una pagina entera.

A los puesto por supuesto en inglés añadiendo manager asistant o cosas así.
 
es que ahora quien no hace tres escapaditas de fin de semana al año tipo Marrakech, Estocolmo y Oporto (por poner ejemplo) junto a las vacaciones de verano que suelen ser quince días a Tailandia, Cancún o safari en Tanzania (otros ejemplos) no eres nadie. Vamos que el que se va a su pueblo de Albacete ahora es un "pringado".
 
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