
Yo pensé que era una sandía lo que llevaba en la mano en solidaridad con nuestros agricultores por la asfixia a la que están sometidos. Pero, no, ha tenido el cuajo esta tiparoja ricachona de aprovechar el momento y el lugar y tirar por otros derroteros más prioritarios.
No aguanto a esta tipa. Ni a ella ni a su marido o su pareja o lo que sea... más falsos que Judas Iscariote.