Bueno, si al final de verdad le está poniendo remedio lo que espero, como he dicho otras veces, es que sea sincera y cuente la realidad.
Lo de tardar mucho lo puedo entender porque ella vive (o ha vivido) en negación, haciendo creer que con su peso está ágil y sana, mintiendo con cosas como que se le cansan las piernas por la edad y no por la obesidad cuando tiene unos 40 años, y probablemente esas cosas para ella no eran mentira sino que se las repetía tanto que se las llegaba a creer.
Es muy difícil salir de los círculos viciosos, yo misma cuando estoy mal me doy atracones y, aunque estoy en normopeso soy consciente de que tengo un problema con la comida (voy al psicólogo) y aun así me cuesta la vida salir de ahí cuando estoy mal, del mismo modo que me costó años y muchos intentos dejar de fumar porque tengo una personalidad obsesiva.
A lo que voy es a que, como persona que ha fracasado mil veces entiendo lo que es acabar viviendo en negación porque no te sientes con fuerza para conseguir nada y te autoengañas como forma de aceptación de la derrota. Por eso pienso que nunca es tarde si es para bien, y si por fin ha tomado la decisión me alegro por ella, porque además María tiene el agravante de influir a otras personas, al fin y al cabo que yo fumara o coma mal me hace daño a mí, María envía un mensaje peligroso. Estoy de acuerdo con el body positive en cuando a que todo el mundo tiene derecho a respeto y a sentirse y vestirse bien tenga el aspecto que tenga, pero no se puede negar que la obesidad es peligrosa, cosa que influs como ella o Teresa Cerdán niegan.