Han corrido ríos de tinta durante sobre el pazo de Meirás. Menudo escandalazo. ¿Pero no es mucho peor lo que hizo Sánchez el otro día? Le regaló al PNV (todos sabemos a cambio de qué) la sede del Instituto Cervantes en París, y ahora, como allí sigue dicha sede, tendrá el Estado que pagarle un alquiler todos los meses a los vascos y las vascas. Qué sí, que pueden disfrazarlo de lo que quieran, de compensación histórica porque allí estuvo la sede del Gobierno vasco en el exilio durante el franquismo. Pero todos sabemos lo que es. Y por cierto, durante la guerra civil, el PNV estaba con los nacionales en unos pueblos, y con los republicanos en otros. Eso sí, en ambos bandos los apodaban como "los nazis". El PNV fue el único partido español que apoyó abiertamente a los nazis, dicho sea de paso.