Sara Carbonero

Que es una intensa de cuidado, como el 99% de los que están en RRSS. Necesitan presentar una imagen de su vida edulcorada, filosófica, superior, pinterestera... esto que ha publicado podría ser in libro de poesía moderna de los que publica frida editorial.
Se pasa de intensa. Seguir a esta chica tiene que dar ansiedad. Todo el día con esos textos, esa cara de asquete, esos jugueteos tontos con la comadre, esos miles de amigos que tiene y que la quieren una barbaridad…
Lejos de la terrible situación que ha vivido y que por supuesto tiene que descolocar a todo el mundo, la veo muy perdida…
Lo que nunca entenderé es cómo sigue en pie su marca. De cada 2 cosas chulas, 100 son infumables.
 
Se pasa de intensa. Seguir a esta chica tiene que dar ansiedad. Todo el día con esos textos, esa cara de asquete, esos jugueteos tontos con la comadre, esos miles de amigos que tiene y que la quieren una barbaridad…
Lejos de la terrible situación que ha vivido y que por supuesto tiene que descolocar a todo el mundo, la veo muy perdida…
Lo que nunca entenderé es cómo sigue en pie su marca. De cada 2 cosas chulas, 100 son infumables.
De la marca ellas ya sólo son imagen y vaya imagen...yo me preguntó, de sus seguidores en RRSS cuántos serán fans y cuántos cotillas, periodistas...
 
Se pasa de intensa. Seguir a esta chica tiene que dar ansiedad. Todo el día con esos textos, esa cara de asquete, esos jugueteos tontos con la comadre, esos miles de amigos que tiene y que la quieren una barbaridad…
Lejos de la terrible situación que ha vivido y que por supuesto tiene que descolocar a todo el mundo, la veo muy perdida…
Lo que nunca entenderé es cómo sigue en pie su marca. De cada 2 cosas chulas, 100 son infumables.

Esta chica es la típica pija de vida conservadora que vive en una urbanización de chalets prohibitivos, lleva a sus hijos a un colegio elitista y vive sumida en el consumismo más voraz pero que fantasea con una vida bohemia, sin ataduras, libre, espiritual y contemplativa y entonces imita la estética hippie con el dichoso pañuelo siempre atado al antebrazo, el anillaco hippilongo en el pulgar y (atentos) el reloj de 6000 euros en la muñeca. Se cree que por llevar estos complementos, hacerse fotos en plena naturaleza y subir un post con poesía urbana tipo "menos comprar cosas y más adquirir sabiduría" ya es una antisistema disidente, librepensadora a la que el cochino mundo moderno no ha conseguido lavar el cerebro.

Les pasa a muchas personas acomodadas en momentos vitales determinados. El ejecutivo que está hasta los huevos de su vida de club de golf y, por un rato a la semana, se siente vivo con su amante en un hotel barato en el que, con muy poco, es feliz. Aplicable también a la ejecutiva agresiva que, en el fondo, no es feliz en su chalet con su familia de postal y se busca un amante perroflauta al que se beneficia entre reunión y almuerzo en restaurantes caros con con sus colegas ejecutivos.

Almas atormentadas que, no obstante, ni de coña quieren renunciar a la vida pijocapitalista que llevan.

Screenshot_20250309_114315_Instagram.jpg
 
A mí Beatriz Montañez me resulta bastante más creíble. Está claro que se ha podido permitir este cambio de vida gracias al dinero que ganó durante su carrera en la tele ( y es mérito suyo) pero si es verdad lo que dice el vídeo y vive en esa cabaña y de la manera que describe, es más o menos consecuente con lo que dice...a Sara no la veo arrastrando la madera por el bosque ni abandonando los photocalls como ha hecho esta...

Yo misma lo reconozco: me gustaría llevar a cabo este tipo de vida, poco consumista y sostenible, pero al final no estoy dispuesta a dejar todo tipo de comodidades de las que dispongo. Me limito a comprar en el mercado y lo ecológico cuando puedo, intento limitar las compras de ropa y, sobre todo, en las tiendas de fast fashion como las tiendas de Inditex, pero al final la comodidad y el ritmo de vida me pueden... estoy muy lejos de ser perfecta, y lo reconozco.Si no tuviera que ser madre trabajadora, quizás me podría permitir el lujo de vivir una vida más sostenible, pero no es mi caso. Estas famosas, holgadas económicamente, me irritan bastante con su predicar sobre cómo debemos de vivir de manera ecológica (Sara Carbonero, Vanesa Lorenzo, etc.)... comprando ropa sostenible (que en el caso de Slow Loves es mentira), comer ecológico, etc... Y después no hacen otras cosas que gastar en ropa, cosméticos, usar aviones y barcos privados (lo más contaminante que hay) etc. Y ojo, no les quito el mérito, en la mayoría de los casos se lo han ganado con su carrera profesional (sea por suerte, por ser trabajadoras, o ambas cosas), pero, hombre, pues dedícate a disfrutar de la vida que has conseguido y deja de predicar y dar un ejemplo poco creíble de una vida perfecta. Es que con este tema me enciendo, jajajaja...ya lo siento
 
Última edición:
A mí Beatriz Montañez me resulta bastante más creíble. Está claro que se ha podido permitir este cambio de vida gracias al dinero que ganó durante su carrera en la tele ( y es mérito suyo) pero si es verdad lo que dice el vídeo y vive en esa cabaña y de la manera que describe, es más o menos consecuente con lo que dice...a Sara no la veo arrastrando la madera por el bosque ni abandonando los photocalls como ha hecho esta...

Yo misma lo reconozco: me gustaría llevar a cabo este tipo de vida, poco consumista y sostenible, pero al final no estoy dispuesta a dejar todo tipo de comodidades de las que dispongo. Me limito a comprar en el mercado y lo ecológico cuando puedo, intento limitar las compras de ropa y, sobre todo, en las tiendas de fast fashion como las tiendas de Inditex, pero al final la comodidad y el ritmo de vida me pueden... estoy muy lejos de ser perfecta, y lo reconozco.Si no tuviera que ser madre trabajadora, quizás me podría permitir el lujo de vivir una vida más sostenible, pero no es mi caso. Estas famosas, holgadas económicamente, me irritan bastante con su predicar sobre cómo debemos de vivir de manera ecológica (Sara Carbonero, Vanesa Lorenzo, etc.)... comprando ropa sostenible (que en el caso de Slow Loves es mentira), comer ecológico, etc... Y después no hacen otras cosas que gastar en ropa, cosméticos, usar aviones y barcos privados (lo más contaminante que hay) etc. Y ojo, no les quito el mérito, en la mayoría de los casos se lo han ganado con su carrera profesional (sea por suerte, por ser trabajadoras, o ambas cosas), pero, hombre, pues dedícate a disfrutar de la vida que has conseguido y deja de predicar y dar un ejemplo poco creíble de una vida perfecta. Es que con este tema me enciendo, jajajaja...ya lo siento

A mí Beatriz, más que liberación, me transmite mucha tristeza y la sensación de estar huyendo, aunque le admiro el cambio tan radical que ha dado y que realmente ha dejado todas las comodidades, aunque eso sí, pienso que la disidencia con los riñones cubiertos y la posibilidad de volver cuando quieras a la vida "convencional", en el fondo es lo más conservador que existe.

Como tú dices, la vida "slow", sostenible y sencilla es un lujo (qué paradojas tiene la vida moderna) que solamente unos privilegiados se pueden permitir. Lo de Vanesa Lorenzo es de chiste: la tía dando lecciones de ecologismo cuando su estilo de vida es lo menos sostenible que existe.

A Sara me parece que lo que le gusta es la estética bohemia y el rollo cultureta pero para un rato solamente, después no le quites su iPhone de última generación y su todoterreno Mercedes AMG (me hace mucha gracia ver a una urbanita llevar ese tractor por la ciudad para ir a llevar a los niños a fútbol e irse de fiesta a los garitos pijos). Después sí, vivan la saudade y los atardeceres dorados.

"Date prisa, comadre, que tenemos que ir a manifestarnos en contra del capitalismo antes de que se ponga el sol, que tengo subir unas fotacas de la golden hour a Instagram con mi iPhone orgánico, sostenible y fabricado en un centro de mujeres emprendedoras de Burkina Faso".
sara-carbonero-vestido-boho-largo-cosmopolitan-1653666586.jpg
 
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Esta chica es la típica pija de vida conservadora que vive en una urbanización de chalets prohibitivos, lleva a sus hijos a un colegio elitista y vive sumida en el consumismo más voraz pero que fantasea con una vida bohemia, sin ataduras, libre, espiritual y contemplativa y entonces imita la estética hippie con el dichoso pañuelo siempre atado al antebrazo, el anillaco hippilongo en el pulgar y (atentos) el reloj de 6000 euros en la muñeca. Se cree que por llevar estos complementos, hacerse fotos en plena naturaleza y subir un post con poesía urbana tipo "menos comprar cosas y más adquirir sabiduría" ya es una antisistema disidente, librepensadora a la que el cochino mundo moderno no ha conseguido lavar el cerebro.

Les pasa a muchas personas acomodadas en momentos vitales determinados. El ejecutivo que está hasta los huevos de su vida de club de golf y, por un rato a la semana, se siente vivo con su amante en un hotel barato en el que, con muy poco, es feliz. Aplicable también a la ejecutiva agresiva que, en el fondo, no es feliz en su chalet con su familia de postal y se busca un amante perroflauta al que se beneficia entre reunión y almuerzo en restaurantes caros con con sus colegas ejecutivos.

Almas atormentadas que, no obstante, ni de coña quieren renunciar a la vida pijocapitalista que llevan.

Ver el archivo adjunto 3987757
Es que con sueldo nescafe para toda la vida se puede permitir hablar de tanta tontería... Sara, baja a la realidad, el común de los mortales solo aspira a pagar la hipoteca cada mes
 
A mí el concepto de vida de la Montáñez me parece estupendo..., siempre que sigas siendo joven y con fuerza y, sobre todo, estés sana.
Nunca desearía a nadie una enfermedad crónica y tener que estar dependiendo de tratamientos que funcionan un tiempo, luego ya no, luego prueba otro que funcione, etc. (llevo una racha que me está machacando)
La vida slow es maravillosa, sí, pero donde esté la civilización que te ayuda con su tecnología a realizar las penosas tareas del hogar -pienso en lo de lavar las sábanas que hacía mi madre en el río y la paliza que se pegaba- y te permite ahorrar tiempo y demasiado esfuerzo no lo cambio por nada.
Que una cosa es poner el freno e intentar ser un poco más autosuficiente y otra tener que ir a recoger leña porque si no te pelas de frío. Y con suerte, que no te hayas pillado un resfriado, tan natural, que estés baldada y ese día sea frío.
 
A mí el concepto de vida de la Montáñez me parece estupendo..., siempre que sigas siendo joven y con fuerza y, sobre todo, estés sana.
Nunca desearía a nadie una enfermedad crónica y tener que estar dependiendo de tratamientos que funcionan un tiempo, luego ya no, luego prueba otro que funcione, etc. (llevo una racha que me está machacando)
La vida slow es maravillosa, sí, pero donde esté la civilización que te ayuda con su tecnología a realizar las penosas tareas del hogar -pienso en lo de lavar las sábanas que hacía mi madre en el río y la paliza que se pegaba- y te permite ahorrar tiempo y demasiado esfuerzo no lo cambio por nada.
Que una cosa es poner el freno e intentar ser un poco más autosuficiente y otra tener que ir a recoger leña porque si no te pelas de frío. Y con suerte, que no te hayas pillado un resfriado, tan natural, que estés baldada y ese día sea frío.

A mí lo de Beatriz me parece más una extravagancia de persona acomodada que otra cosa. Que no le quito el mérito de dejar las comodidades y la compañía del grupo, ojo, pero me parece más una huida que una afrontamiento verdadero. Y por supuesto, la vida bucólica en plan campestre está muy bien, pero como tú dices, ojo que no sufra alguna enfermedad o accidente para el que requiera ayuda externa.
 
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