…¿sabías que se puede transmitir hasta por comerse los morros o si tenemos heriditas en la boca? Es raro, pero ocurre. Así que ya sabéis, tampoco podemos besar a nadie. Ni siquiera a nuestras parejas, que si nos fiamos la culpa es nuestra JSJSJA
Es un riesgo ínfimo, tendríamos que hablar de litros de saliva pero sí, puede ocurrir.
Por tanto nada de s*x* y así riesgo cero.
Como digo este no es mi pensamiento, pero si eso se aplica a un condón que puede fallar, y se le dice a los hombres "que no la metan y así no son padres" pues esto lo mismo, nada de s*x*, nada de besos, nada de nada y así no te contagias ni de una gripe.
Y si ocurre algo a ser consecuente con los actos, haya riesgo (sabiendo que la persona tiene VIH o teniendo s*x* con alguien del que desconozco su estado serológico sin protección) o no lo haya o se crea que no lo haya (me ha dicho que no tiene VIH y lo tiene, como una mujer puede decir a un hombre que toma una píldora y no ser cierto). Es decir, que como se dice a los hombres, por mucho que la otra persona diga misa cada uno que mire por uno y condón o lo que sea.
Entonces entendemos que hay premisas en las relaciones, que se hacen cosas esperando un resultado determinado, que en la vida a veces se cometen riesgos, hay fallos, errores, distintos estados y que por una cosa que suceda, que puede suceder o no, por azar, por precauciones o por distintas causas y que el resultado no tiene por que ser definitivo y afectar a la persona haciéndola responsable de ese acto?
Pues igual que el hombre se tiene que responsabilizar de un preservativo que ha fallado o de una mujer que ha mentido, en este caso la mujer tendrá que responsabilizarse por tener relaciones sin protección con una persona, engañada o no. Y como digo, no me parece justo. Pero no me lo parece para ella ni tampoco para los otros del ejemplo que digo.
Lo que pasa es que en un embarazo no deseado si de verdad es no deseado por la mujer aborta o lo da y santas pascuas, guste más o menos, responsabilidad y problema eliminado de la vida de esa mujer. Entonces claro es muy fácil hablar de que los otros se pongan condones o lo que sea cuando se tiene la sartén por el mango. Pero cuando una mujer como en este ejemplo se contagia de VIH y ya no hay vuelta atrás, a que no le hace gracia no tener margen de acción?
Entended de lo que se está hablando. Se habla de ser conscuente con los actos de cada uno. Y que si hay que ser consecuentes, se sea con todo, y si no hay que serlo, que no se sea con nada. Pero según, como para siempre, no. Según, no.
Y por cierto, de poco vale un análisis de sangre hecho por la mañana que de negativo porque muchas enfermedades de transmisión sexual tienen un periodo ventana de hasta tres meses, por lo que lo que en enero da negativo en marzo puede ser positivo.
Control real, seguridad total, no la hay. Es una cuestión sobre todo de confianza en el otro y de protección de uno mismo.
Que se supone que entre ciertas personas hay una confianza? Ya, se supone. Y aun así pasan muchas cosas.
Lo dicho, jode no tener la sartén por el mango. Pues imaginaros si encima esa sartén la tiene otra persona y fuese el chico con el que se ha acostado el que decidiera si ella va a seguir contagiada toda su vida o si en cambio no, como una mujer decide si ese hombre va a ser padre o no lo es porque no le dice nada y lo cría sola o porque aborta porque a ella tampoco le interesa tenerlo. Igual.
La igualdad, aplicada. Basta de dobles raseros.