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Abro tema para saber vuestra opinión y si tenéis alguna experiencia al respecto.
Tengo un conocido que, un buen día, decidió que era terapeuta, sin estudios, sin formación .. sin nada más que un piquito de oro y unas cuantas asistencias a retiros de constelaciones. Se ha "especializado" en terapias varias que van de la respiración al feng shui. Por ponernos en situación, doblemente separado, padre ausente de 3 hijos, dejó de trabajar para no pasar pensiones (y decidió ser terapeuta y así cobrar en negro). Vive con su madre superados los 50 ... vamos, que su vida no es la más ideal.
Lo que me fascina, es que tiene clientela, y no poca, ni es barato. Y lo que me parece más alarmante, es que estas personas creen sinceramente que están recibiendo la ayuda que necesitan. El se presenta como un salvador, pero en realidad, está navegando en un terreno peligroso. Sin las herramientas adecuadas, pienso que, no solo es incapaz de ofrecer un verdadero apoyo, sino que puede estar perpetuando problemas emocionales o psicológicos en lugar de resolverlos.
La verdad es que, desde que sé todo esto, estoy dando muchas vueltas a las terapias y los terapeutas a los que podemos recurrir en un momento de desesperación y como, en nuestra vulnerabilidad, sentimos que los necesitamos.
¿Os habéis encontrado con algo parecido?
Tengo un conocido que, un buen día, decidió que era terapeuta, sin estudios, sin formación .. sin nada más que un piquito de oro y unas cuantas asistencias a retiros de constelaciones. Se ha "especializado" en terapias varias que van de la respiración al feng shui. Por ponernos en situación, doblemente separado, padre ausente de 3 hijos, dejó de trabajar para no pasar pensiones (y decidió ser terapeuta y así cobrar en negro). Vive con su madre superados los 50 ... vamos, que su vida no es la más ideal.
Lo que me fascina, es que tiene clientela, y no poca, ni es barato. Y lo que me parece más alarmante, es que estas personas creen sinceramente que están recibiendo la ayuda que necesitan. El se presenta como un salvador, pero en realidad, está navegando en un terreno peligroso. Sin las herramientas adecuadas, pienso que, no solo es incapaz de ofrecer un verdadero apoyo, sino que puede estar perpetuando problemas emocionales o psicológicos en lugar de resolverlos.
La verdad es que, desde que sé todo esto, estoy dando muchas vueltas a las terapias y los terapeutas a los que podemos recurrir en un momento de desesperación y como, en nuestra vulnerabilidad, sentimos que los necesitamos.
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