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Creo que por lo que has ido contando es absurdo conservarlas, ni culpa ni remordimiento. A mi la idea de fundirlas para crear otra joya no lo veo porque sigue ahí el simbolismo. Mi madre me regalo la alianza de mi padre cuando falleció, y aunque la transformo en otro anillo distinto para que no pareciera alianza sé lo que es y lo que significaba para mis padres y todos los años que la llevó mi padre. En este caso es un recuerdo "positivo" pero en otros casos no sé... pero es mi opinión personal.No sé, quizá es remordimiento más que culpa. Es como que siento que es feo venderlasYo qué sé, no se habla de estas cosas y parece tengo la sensación de ser peor persona por pensarlo
Yo lo vendería, y el dinero o bien para tí o bien como te han dicho, lo donas o colaboras con ONG/protectora. Hace miles de años yo vendí un anillo de pedida de un ex y varias cositas de oro que me había regalado la madre de ese ex durante la relación y me lo gasté en el veterinario de mi gato (vacunas, revisiones y demás), aún me sobró para irme de comida con mi mejor amigo y trincarnos dos botellas de crianza Ribera de Duero.