Mira, un tamagotchi cicladocomo los que le gustan a Andrea.
Espero que no hubiera nadie en el gimnasio, porque que putapénico todo.
Jajaja, es que imagínate tú ahí haciendo elíptica y escuchando “born to die”, y de repente surge de alguna parte un señor con unos gallumbos abanderado negros, móvil en mano, caminando con paso de puto amo hasta el espejo para sacarse un selfie y de vuelta a los vestuarios. Me descojono con la escena en mi cabeza.