Hola, chicas, ¿cómo estáis? ¿Qué tal vuestra semana? Espero que haya ido muy bien. La mía está siendo buena. Tengo ratos un poco de todo. Me acuerdo mucho de mi padre y sigo tirando hacia adelante.
Todavía no estoy en mi full potential, pero lo estoy dejando estar.
Esta semana además está
poniendo a prueba otra vez
mi organización y mi capacidad de asumir roles y más roles. ¿Os acordáis de
este reel que publiqué? Pues no tiene nada de exagerado, os lo aseguro. Sólo por esta vía os cuento que
Nacho lleva toda la semana ingresado en el hospital para hacerle unas pruebas médicas. Estamos tranquilos y esperanzados porque estamos en muy buenas manos.
Esta situación es la que os digo que quiere poner a prueba mi organización de nuevo. Lo curioso es que
no me estoy encontrando desbordada porque yo creo que llega un punto en el que
el arte de organizarte y reorganizarte lo tienes tan integrado que puedes adaptarte a situaciones extremas con bastante facilidad. Algo bueno iba a tener todo esto. Jajajaja. A veces me río por no llorar y otras lloro de la pena que me doy.
El caso es que estoy haciendo el pino puente, como os podéis imaginar. A mi día a día bastante cargado de responsabilidades y tareas, se añaden mis visitas al hospital y la gestión de papeleos médicos que es otra cuestión bastante intensa en Estados Unidos.
A veces me da por pensar en
qué me están enseñando todas estar situaciones difíciles que me están tocando atravesar. Lo de hacerme más fuerte no me motiva como respuesta.
¿Para qué quiero ser más fuerte? ¿Realmente eso es una recompensa? Mmmm. No lo veo.
El caso es que
mi casa sigue en pie, mis hijos van al cole todos los días, más o menos limpios , acuden a sus extraescolares, a sus partidos, comen, la casa está ordenada, yo algo puedo trabajar, estar con Nacho, hablar con mi madre y mis hermanos, he hecho un par de días deporte, salido con 2 amigas a cenar… Es decir, dentro de la anormalidad de la situación, he tenido mucha normalidad.
Y os aseguro que no soy superwoman ni aspiro a serlo, también os he contado que me desbordo, que tengo que parar a recomponerme para seguir adelante.., pero hay algo en lo que sí creo firmemente y es que hay técnicas y sistemas que funcionan para mantener tu orden.
Si no tienes un modus operandi, un sistema probado, no consigues ese orden y equilibrio y a la mínima te desbordas y te vienes abajo. Vamos, lo compruebo a diario.
Yo
tengo mis técnicas, y sistemas en pieque son a los que me agarro en situaciones así y cuando no se dan también, porque se han convertido en los
pilares firmes que me dan centro en la vida a pesar de los vendavales.
Por ejemplo, hay una técnica que uso mucho, que probablemente hayáis escuchado que es la
regla de Pareto que dice que el
20% de las tareas consiguen el 80% de los resultados. Y eso lo aplico a todo lo que puedo y cuando lo haces en el hogar… ¡lo bien que funciona!
Y así tengo muchas
técnicas muy integradas en mi forma de ser y que he ido afianzando con los años, precisamente porque las
he llevado a la práctica un día sí y otro también hasta que se han convertido en algo fácil y muy integrado en mi estilo de vida.
De hecho, tengo un
documento descargable que se llama:
TU HOGAR LIMPIO Y ORDENADO SIN AGOBIOS que recoge algunas de ellas, muy enfocado en el hogar, pero que creo que os puede ayudar.
Simplemente, sigue este enlace y te lo mandamos, ¿vale?