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Tengo que leer ese libro, alma de cotilla!!!! juasssss lo buscaré por Amazon.
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" SAQUÈ MI POLVERA ESTEE LAUDER Y LE COLOQUE UN POCO DE RUBOR EN LA CARA"....me paro...vaya cateta, hacia falta mencionar la marca? y como esta, muchas otras perlas, como por ejemplo que antes de la autopsia tenian que realizarle otras a dos linyeras, asi, despectivamente, como para remarcar que no somos nada y que compartiria morgue con dos homeless...de no creerse...cara de piedra es poco...
23 kilos y aceptò cambiarse la dentadura completa, porque a èl no le gustaba...autoestima por el piso, pobre mujer...contadito por la Marina...Me reafirmo en la idea porque era la propia Cristina la que tenia asumido que solo tenia a la gente al lado por dinero, con excepción de alguna amiga rica. Formada por su padre solo para ser señora de, la muerte de su hermano la dejó como heredera de un emporio cuya dirección no pudo asumir por carecer de preparación para hacerlo. Al morir su hermano, su padre la hizo ir a New York a aprender a dirigir la empresa, pero pese a intentar ser disciplinada, los asuntos le resultaron demasiado complicados y tiró la toalla. Pasó con su padre sus ultimos dias y se deshizo de Jackie por 26 millones de dólares. Ya estaba divorciada por primera vez del hombre con quien se habia casado contra la voluntad de su padre - el único que se hizo de rogar por ella - , tras casarse con otro griego que la desengañó cuando le pidó un aval de 20 millones para hacer frente a los problemas de los negocios sucios del suegro, sin duda su marido más extraño fué el ruso, del que se decia que era agente del KGB, se fue a vivir a la URSS con él e intentó vivir dentro de la gris Moscú comunista en medio de la carestia que la rodeaba. Aquello era imposible, por supuesto, pero aun asi gracias a su pasta el ruso pudo dedicarse a la importación a la URSS antes de divorcio.
El capricho que sintió por Thierry Roussell, niño rico empresario de negocios ruinosos y experto en gastar el dinero ajeno, la hizo caer muy bajo. Cristina tenia que comprar la compañia. Una vez un amigo de sus fiestas de Skorpios se negó a aguantar sus caprichos. Ella se sentó con él y le dijo que pensaba que su psiquiatra tenia razón, que no podia permitirse el lujo de perder a sus amigos, asi que, utilizando la única arma que tenia, el dinero, le dijo que estaba dispuesta a pagarle 35.000 dólares cada vez que la visitase con la condición de que él no protestase por lo que le pidiese hacer. Y el tipo aceptó.
Con Roussell hizo parecido. El aceptó casarse aun poniendole la condición de que tenia que adelgazar y ella perdió 23 kilos. Como regalo de bodas, ella le dió 20 millones de dólares, compró un avión, en fin... Por no romper su matrimonio con el padre de su hija, al enterarse de que él tenia otra mujer decidió conocerla y hacerse amiga suya. Durante su matrimonio, él tuvo dos hijos con la otra. En un intento desesperado por retenerle, llegó a ofrecerle 100.000 dólares por cada noche que la visitase en Suiza. Al dia siguiente, él se iba con la pasta. Terminó en divorcio, pero terminó comprendiendo, gracias a su amor de madre, que la felicidad no pasaba necesariamente por tener un hombre.
Montones de hombres, a lo largo de su vida, le lanzaban dardos de amor, mentiras de las que la desengañaba el espejo, como le canta Sabina, pobre Cristina. Muchas amistades le habian dicho que intentase llevar una vida util, pero ella no sabia hacer tal cosa.
La hermanastra de Cristina, Lady Henrietta Spencer-Churchill, y una amiga argentina amiga suya niegan que se suicidase porque era muy feliz con Athina, le dió un ataque al corazón como consecuencia de la merma de su salud que habian supuesto su adicción a las anfetas y los tranquilizantes y sus bestiales tratamientos adelgazantes a lo largo de los años. En su testamento habia dejado la guarda y custodia de la niña a su ex, al que asignaba un millón de dólares anuales para el mantenimiento de la niña, pero la administración de sus bienes seria compartida entre él y otros cuatro miembros de la Fundación Onassis. La mutua desconfianza entre padre y Fundación preservó la fortuna de la pequeña, que entró en posesión de ella con 18 años.
Lo único que se puede decir a favor del cazafortunas de Roussell es que dió una infancia estable a Athina junto a su madrastra y tres hermanos. Y solo la aparición del tal Doda rompió la relación padre e hija, pues Roussell supo distinguir en el tipo a uno de los suyos y se opuso a la relación. Puede decirse que con qué derecho si él también se habia casado con la madre por dinero, pero la diferencia es que Cristina era una mujer mayor con tres matrimonios a sus espaldas, mientras que Athina, con solo 17 años, renunció a estudiar por un hombre mayor que ella ya casado y con un oficio muy caro de costear. Un tipo que usó el dinero de Athina para quitarle a su ex hasta a su hija y gozando de su profesión de jinete con el caballo que le diese la gana.
y si lees un poco mas el libro asquea la forma en que su "amiga" la desvaloriza y critica haciendose la buena, la subestima todo el tiempo...de verdad que hay cada pàrrafo que es vomitivo, menuda tìa esta...pobre niña rica, nunca mejor dicho...