La crianza con apego precisamente se focaliza en proporcionar al niño un apego seguro para fomentar su autonomía, lo que incluye entrenar su capacidad de poner límites y entender y respetar los límites de los demás.
Completamente de acuerdo.
Sí es cierto que existen padres y madres que entienden mal la crianza con “apego” y no admiten ni límites, ni educación en respeto (por uno mismo y por los demás- asertividad), ni las consecuencias y pretenden tratar a todos los niñ@s por igual.
Y no, yo siempre he opinado que a cada crío hay que darle lo que necesita. Los hay que son tan “fáciles” que se les puede criar a base de mucho relajo, cariño, sin límites predeterminados y otros que no, que claramente se “desmadran” cuando se les ofrece demasiado margen de maniobra, se les da a elegir y decidir sobre cosas que no tienen capacidad etc
Luego tampoco juzgo a la ligera, es que es muy fácil hablar desde las gradas, cuando no se tienen hijos todavía o estos son los típicos niños trampa

que todo te lo ponen tan fácil que te crees la madre del año, y luego ay amiga! Llega el segundo y te quieres tirar por la ventana, haces todo lo que sabes y puedes, pero el crío va a su bola

te miran mal, te juzgan y opinan… Ahí te das cuenta de que hay cosas que se nos escapan a TODAS.
Yo he criado con apego al mío y he procurado darle los límites que ha necesitado en cada momento. Soy perfectamente consciente de que por supuesto que la he cagado en muchas ocasiones (y tanto!) y que algún traumilla se ha colado por ahí, lo asumo, qué la vamos a hacer.
Pero creo que en cambio le he evitado traumas mayores, como los míos. Por ejemplo, quién más y quién menos, de gente de 45 para arriba, fuimos educados no solo con el típico cachete (que tampoco, joe

) sino en auténticos castigos físicos y humillaciones no solo en casa, sino también en el colegio; con cinturón, regla, orejas de burro mirando al rincón, etc etc Por no hablar de niños cuyas madres también trabajaban, nos colgaban la llave al cuello así que al salir del cole nos apañábamos en casa toda la tarde solos, para calentarnos la comida, hacer los deberes y estudiar a una edad que hoy en día fliparíamos porque rozaría la neglicencia paterna - ojo, si suspendías las broncas y castigos eran monumentales

Yo arrastro un auténtico trauma de aquella época, de corazón espero que mi hijo no

He hecho todo lo que estuvo en mi mano por evitárselo, la habré pifiado en otras cosas, pues sí, pero cosas así gordas, tipo abuso o abandono, se las he ahorrado, seguro que sí
