Cuando nuestra Pareja Real pasó por Vejle, también tuvimos el honor de hacer un ramo para la Reina Mary, que fue presentado frente al ayuntamiento de Vejle
Una lástima que el Rey no le haya echado el ojo o el lazo a la estilista de Mary y que trabajase exclusivamente con él. Seguro que obraba el milagro de vestirlo acorde con su rango, con trajes sastre echos a meidas, pañuelos y camisas impecablemente planchados y almidonados.
ya lo dijiste 20 mil veces querido Hakoon, ya sabemos que te disgusta mucho Fred y que te encantaria reventar toditos los hilos de los daneses, si entendemos tu disgusto con sus atuendos
Una lástima que el Rey no le haya echado el ojo o el lazo a la estilista de Mary y que trabajase exclusivamente con él. Seguro que obraba el milagro de vestirlo acorde con su rango, con trajes sastre echos a meidas, pañuelos y camisas impecablemente planchados y almidonados.
Los daneses adoran a Federico, con sus chaquetas estrechas, sus canas despeinadas y sus andares desgarbados. Es más, lo consideran (y no son los únicos) un hombre muy atractivo en su conjunto.
A Federico no le hace falta ningún traje sastre a medida para gustar. Con su sonrisa, su don de gentes y su cercanía le basta y sobra para tener a los daneses rendidos a sus pies.
Es más, hasta es posible que esa imagen "poco encorsetada" que proyecta sea algo consciente y no por descuido. Le gusta esta imagen y no la quiere cambiar.
Algunos lugareños se llevaron una sorpresa cuando la Pareja Real, después de un crucero de verano bien finalizado en el barco real Dannebrog, desembarcó en un pequeño y acogedor puerto al norte de Copenhague.
En la pequeña ciudad de Snekkersten, no muy lejos de Fredensborg, atracó el barco real, y desde él el rey Frederik y la reina Mary navegaron en el balandro hasta el pequeño y acogedor puerto de Snekkersten.
A las diez y media del viernes, Frederik y Mary desembarcaron, y estaban, entre otros, en compañía del secretario privado del rey Frederik, Morten Roland Hansen.
Fue una gran sorpresa para algunos lugareños ver a la Pareja Real caminando por el puente del puerto vistiendo un traje muy informal.
Desde Snekkersten, la Pareja Real probablemente condujo hacia la Cancillería en el castillo de Fredensborg.
Desde el pequeño puerto hasta el castillo de Fredensborg sólo se tarda un cuarto de hora en coche.
Un hermoso día concluyó de la manera más hermosa cuando la Pareja Real partió por la noche en el barco real Dannebrog al son de "I Danmark er jeg født" cantada por KorDania.
Desde Skyttehushaven, el cielo se iluminó con todo tipo de colores en una despedida preciosa y festiva.