Como tantos otros miles de españoles, la presentadora ha sufrido muy de cerca el coronavirus Covid 19, que la ha tenido ingresada durante 21 días en un hospital donde estando muy enferma ha llegado a imaginar cómo sería su muerte e incluso su funeral.
En una entrevista publicada por El País, la presentadora asegura que está “blandita” y que aunque ya está en su casa, esta enfermedad le ha dejado muchas más secuelas que el cáncer de mama.
“El cáncer no me cambió la vida...Ahora estoy muy flojita. Se me pasará, pero esto me ha tocado mucho”, asegura justo antes de contar cómo fue su proceso con el Covid 19. “Me fui encontrando no mal, fatal”, recordaba sobre sus primeras sensaciones al enfermar.
“Estás como en una nebulosa. Recuerdo que pensé cómo sería mi funeral, quién iría, qué dirían...”, narra Inés Ballester recordando cómo fueron los peores días de la infección que la llevó directa a un hospital en el que llegó a pensar con que podría morir en cualquier momento.
“Los sanitarios se han dejado la vida, pero el enfermo se siente solo.
Son momentos muy duros en todos los sentidos.
De dolor físico, de soledad, de depresión, de miedo.
Un día, me querían poner una máscara que parecía una escafandra y que durmiera boca abajo. Cómo estaría que dije: ‘Mira, me muero, me da igual’”, confiesa la presentadora.