He visto el vídeo, he perdido neuronas. Infumable hasta a velocidad rápida.
Si en los primeros 40 segundos de vídeo ha dicho siete veces la palabra ducha, ¿os imagináis lo que debe ser 6 horas de grabación (que sigo sin explicarme)?
Lo más sorprendente de todo no solo es lo absurdamente maniática que es peinándose -que si me hago dos veces la onda, que si en medio peino, que primero separo mechones y luego los junto, que si siempre hacía aquí y luego hacía allí, que si ahora me plancho las puntas- si no que ese efecto de manta zamorana moviéndose en bloque con la raíz bien pegada, conocido como estilo cocker, es algo que ella busca y provoca conscientemente…qué horror, y a mí solo me dan ganas de despeinarle las ondas en todas direcciones para darle volumen y movimiento.
Por supuesto, le ha faltado tiempo para meter el código de las gummies y nombrar la marca en bucle, sobra decir que el 95% de todo lo que utiliza es regalado.