Ha sido, es muy obvia la maniobra PROTEGER A HARRY, de la carroña cortesana en este caso del viborilla-gate.
Y es cuando más se ha puesto en evidencia (y los carroñeros de la royal rota se han puesto en evidencia, mostrando los rasgos de su naturaleza arrastrada) el clasismo, el elitismo, la discriminación y la misoginia de toda la estructura royal, así como la de sus peones, los buitres cortesanos. Ha sido demasiado elocuente, demasiado descarado: a Harry sí saltan como hienas (lo que son) a defenderlo, cuando se le acusa de acosador, discriminador y matón de barrio.
Pero en cuanto la viborilla hizo maromas para deslizar en su canallada el nombre de MEGHAN (la cual ni siquiera tiene nada que ver con la organización benéfica, mucho menos en el tema administrativo de la misma), ahí los carroñeros saltaron como jauría, felices, pero a despellejarla. Todo lo contrario que con Harry. Pero ojo, en el odio que transpiran por Meghan no juega un papel la misoginia (aparte de otros tantos, igual de oscuros), nadie vaya a creer, por favor.
Por otro lado, ¿cuál fue el tono, el manejo y la reacción de los carroñeros, ante el artículo de "investigación", en el panfleto de VF, que hacía similares acusaciones a las que hizo viborilla contra Harry, pero en aquella oportunidad se hicieron en contra de Meghan?
¿Hubo condescendencia, mesura, ponderación, cuestionamiento a la veracidad de las acusaciones (de "fuentes" anónimas, por cierto)?
Ahí está la respuesta.
