Como ya he dicho este fallecimiento me ha removido mucho, y llevo dándole vueltas desde que me enteré con un nudo en el estómago. Me parecía muy pedante, es cierto, pero entiendo que además de mi edad tenía incluso una mayor querencia que la mía, que es considerable, por la cultura, en especial la literatura y las ciencias sociales y el arte.
En principio la cultura es una manera de embellecer la realidad, de distraernos del nihilismo de cualquiera que se considere ateo o al menos agnóstico. Un consuelo enorme, vamos. Pensando en si ha sido decisión propia o no, imagino que ha tenido que sufrir lo indecible para que la curiosidad por saber más no le haya sido bastante para continuar.
Aunque por otro lado, toda obra considerada de enjundia suele ser deprimente hasta el extremo ( parece que lo hacen adrede) y siendo pretenciosa quizá no se permitía leer “frivolidades” que no te quitaran las ganas de todo.
No sé, primas, intento racionalizar algo que me es tan ajeno que no lo consigo comprender del todo