La Reina Sofía ha vuelto a dar una lección de dignidad y de cómo representar a una institución y a un país. No se trata de dar «lecciones de estilo». Estamos hablando de cómo debe ser una Reina.
Recuerdo que su hermana, la princesa Irene si que la acompañó en varias ceremonias de investiduras Honoris Causa, pero su delicada salud se lo impide, además el salón de actos era de muchas escaleras y. muy elevado, y en cuanto a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, seguramente no estaban en Madrid.
Yo sí que noto en el rostro de Doña Sofía, aunque sonreía, tenía constantemente, un halo de tristeza y preocupación bastante alto.