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Aparte de las mesas que pone, que son la cosa más fea y recargada que te puedas imaginar.
¿Os acordáis del vlog en el que se fue sola a Madrid a un evento cutre del Chín (shein)?
Que era como un pulpo en un garaje. Toda nerviosa, como desubicada, que se volvió a Alicante a las 2 de la tarde porque según ella “no tenía nada que hacer en Madrid porque ya estuve hace 2 semanas”. Y el comentario que hace del ascensor……… “Voy en un ascensor antiguo que parece de aquí no hay quien viva”














De verdad Laura, pareces Doña Rogelia.
Esa Laura torpe, cobarde, tonta y paleta es la verdadera. Y la estúpida que va de divina y pijísima “me he comprado este agua termal en Francia, que he estado de crucero, porque en España no la venden” en El Corte Inglés la tienes, hija mía. Te puedes ir a Francia la próxima vez a conocer historia y cultura, no a comprar mierdas (cuando solo es una paleta que no sabe ni escribir Merry Christmas, pero ella tiene que usar el inglés aunque no sepa con tal de darse aires) es la Laura ficticia con la que tapa a la otra.
Te la cruzas un día en la calle y, por lo que sea, le tienes que soltar dos frescas y no sabe ni por dónde salirte.
Menos lobos, caperucita.
¿Os acordáis del vlog en el que se fue sola a Madrid a un evento cutre del Chín (shein)?
Que era como un pulpo en un garaje. Toda nerviosa, como desubicada, que se volvió a Alicante a las 2 de la tarde porque según ella “no tenía nada que hacer en Madrid porque ya estuve hace 2 semanas”. Y el comentario que hace del ascensor……… “Voy en un ascensor antiguo que parece de aquí no hay quien viva”
















Esa Laura torpe, cobarde, tonta y paleta es la verdadera. Y la estúpida que va de divina y pijísima “me he comprado este agua termal en Francia, que he estado de crucero, porque en España no la venden” en El Corte Inglés la tienes, hija mía. Te puedes ir a Francia la próxima vez a conocer historia y cultura, no a comprar mierdas (cuando solo es una paleta que no sabe ni escribir Merry Christmas, pero ella tiene que usar el inglés aunque no sepa con tal de darse aires) es la Laura ficticia con la que tapa a la otra.
Te la cruzas un día en la calle y, por lo que sea, le tienes que soltar dos frescas y no sabe ni por dónde salirte.
Menos lobos, caperucita.
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