Totalmente de acuerdo pri. Yo lo único en lo que pensaba era en lo que dices: como iba mi niña a reaccionar a la hermana, como iba ella a estar cuando ya no “me tuviera” al 100% y todo eso. Recuerdo llorar por la culpa y con miedo de no querer igual a la segunda que a la primera (Spoiler: el amor se multiplica, no se divide, literal). Jamás me pasó por la cabeza lo del sueño porque las preocupaciones eran otras.Dándole vueltas, añado:
Cuando yo estaba embarazada por segunda vez, el sentimiento más recurrente que tenía era la culpabilidad, pues porque mi mayor iba a dejar de tener mi plena atención, cómo se lo iba a tomar, que la iba a hacer crecer de golpe... y hablando com otras madres, este es un sentimiento común y habitual. Con esto no quiero decir que todas estemos cortadas por el mismo patrón, no somos robots, pero vaya, el estar preocupada por cuando dormirá de nuevo bien, o porque reine la paz en casa me parece indicativo de que no sé hasta qué punto ha sido madre por imposición social o presión del marido en vez de por deseo y convencimiento.
Cuando somos madres vivimos un montón de momentos y situaciones de dudas, de sentirnos sobrepasadas, de tristeza, durante un rato querer ser la Brenda premamá... pero el global es que es una etapa preciosa porque se ha escogido. No sé yo si pepa se lo pensó suficiente, y ya lo de repetir pues... buff...
Así que la única explicación que le encuentro a lo que esta señora piensa es que lo pasó francamente mal. Es que me niego a pensar que sea porque no quiere a su hijo (y me niego a pensarlo por el propio niño, que me da mucha pena).