Hay muchos grados dentro del empujón, desde invadir tu espacio hasta lanzarte al suelo.
Este chaval simplemente invadió su espacio y pretendí quitarla del puesto de cocinado para ponerse él. Muy amable no fue.
Si ves que una compañera está haciendo algo mal, puedes decirle cómo lo harías tú, darle ideas, apoyarla, ponerte a su lado para ayudar, incluso ofrecerte a hacerlo en su lugar si quieres.
Pero todo eso no puede ser por imposición, sino porque ella quiera. Este matiz es el que lo cambia todo.