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Laura Boyer visita a su padre en el hospital
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Miguel Boyer (EFE)
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Paloma Barrientos -*Sígueme en * *Twitter* - 02/03/2012
Laura Boyer tenía previsto acudir a la clínica Ruber al día siguiente de que su padre sufriese un infarto cerebral, pero prefirió dejarlo para este jueves por la mañana. El motivo del aplazamiento de su visita es que, al no haber novedades reseñables sobre el estado de salud del exministro, su presencia era más testimonial que otra cosa.
Acudió acompañada de su hijo Hugo. Aunque éste no ha mantenido una relación habitual con el abuelo, no quería que su madre se enfrentase sola a esta situación. Previamente, madre e hijo habían estado comiendo en un restaurante cercano en compañía de unos amigos.
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Miguel Boyer continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos, bajo sedación. Las visitas al paciente están restringidas al ámbito estrictamente de la familia directa. Hasta el momento, solo Isabel Preysler, Ana y Tamara habían acudido al centro hospitalario, pero ahora también lo ha hecho su hija Laura. Siempre fuera del horario habitual, para no entorpecer la dinámica de la UCI.
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La evolución del que fuera ministro del primer Gobierno socialista no ha experimentado cambios. Esta estabilidad se traduce, según los especialistas, en una buena noticia, porque en ocasiones se repiten los infartos con el consiguiente deterioro para el enfermo. No es el caso de Miguel Boyer. Le bajaron el nivel de sedación para practicarle una prueba de reacción, que tuvo un efecto positivo al mover parcialmente una de sus extremidades.
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Según ha comentado la propia Laura a sus amigos, parece que los médicos son optimistas respecto a la futura evolución de su padre, dada la extrema gravedad con la que fue ingresado. Podría ser trasladado a una habitación el fin de semana, tal y como ha declarado la hija mayor, que en todo momento prefiere mantenerse en segundo plano.
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Su relación con Isabel Preysler durante muchos años ha sido prácticamente inexistente. Al igual que con su hermana Ana, con la que nunca ha tenido trato. Puede que la enfermedad sirva para que las relaciones familiares vuelvan a retomarse.