Genera demasiada envidia para que podamos estar en su team. De un pestañeo se ventila la Comunidad Valenciana y parte de Murcia, y eso para las primas es un alarde de poder que nos deja en inferioridad. Por eso preferimos ser haters y disimular que lo que tenemos es una rabia tremenda por no poder ser ella.
Mimi, sin embargo. Mimi está a nuestra altura. Campechana, sencilla, mal vestida y peor peinada, inglés chusquero y vocabulario limitado. Nos recuerda a los momentos más humildes que todas tenemos, a nuestros instantes "Chenoa en chándal ante la prensa". A Mimi no la envidiamos y por eso podemos amarla e idolatrarla.