Qué casualidad que el día que tiene cerámica, está estupendamente oye. Al día siguiente, que está sola porque a su hijo ya lo ha mandado al instituto, no se puede levantar de la cama ni para cocinar, no vaya a ser que se desmaye porque tiene uno de sus complicados episodios de migraña. Un pollo asado ha encargado para comer que recoge el otro, para variar. Yo soy ese hombre y la mando a tomar viento.
Me estás diciendo que de cada siete días que tiene la semana se toca el mondongo seis y lo va a ver tan normal? Ése se está revelando y le ha cantado las cuarenta, por eso se ha inventado lo de ir a terapia. Todo para justificarse y demostrar que ella busca soluciones.
Eso sí, la psicóloga no le ha gustado nada porque no le ha dado la razón. Ella buscará y buscará hasta encontrar un psicólogo que le siga la corriente frente a su marido. Ya se recorrió unos pocos endocrinos hasta que dio con uno que le recetó las inyecciones para adelgazar.
No doy crédito con esta mujer y no me puedo creer que su familia no le diga las verdades a la cara.
Por cierto, menudo careto tiene el colega mientras abren la caja de la freidora de aire. Cara de estar hasta los mismísimos (esto ocurre en el anterior vlog, creo).
De esto te tienes que reír, porque cuenta que su more ha tenido un detallazo con ella escribiéndole una notita que NO enseña (todo muy creíble) y comprándole chucherías y monsters que se toma porque los necesita. Sí, la misma que tenía hace poco pericarditis, problemas de corazón y prediabetes.
Lo que digo, es demasiado macabra!