Madre mía, Malena Costa primero con Hidalgo y luego con Puyol, dos caras especialmente difíciles de mirar. Con el marido actual ha dado un salto gigante en lo que a belleza se refiere.
Sus caras serán difíciles de mirar, pero sus cuentas bancarias te permiten dedicarte plenamente al yoga y a la meditación y decir que lo importante es la espiritualidad.