Anoche leyéndoos, se me desbloqueó un recuerdo. Hace unos 30 años. Yo estaba en mis 20. Salía de fiesta con una amiga, tanto en la ciudad, como en el pueblo que compartíamos. Y solíamos ir a un pueblo de costa de fiesta, "a ligar". Bueno, pues conocí a un chico francés, monísimo, 1 ó 2 años más joven que yo, pero rubio, muy clarito el pelo. A mí siempre me han encantado los rubios. Nos enrollamos, y me fui con él. De pronto, me lleva a un portal, donde estaba su casa (no sé cómo nos entendíamos, porque yo no hablo francés, no sé si él hablaría castellano). Subimos a su casa (creo que era un 2º). Entramos. A la derecha, estaba la sala. Sólo recuerdo eso. Me tira en la entrada de la sala, y seguimos con el rollito. Pero, de pronto se levanta, y me dice que le acompañe. Vamos a la cocina, y os juro, sacó un cuchillo como de carnicero, enorme de grande. Que lo mismo quería partir jamón para cenar, pienso ahora yo. Pero me entró un acongojo, que flipáis. Los ojos se me desorbitaban, retrocedí, y fui a la puerta de salida. Digo lo del jamón, porque el recuerdo que tengo, es de que se quedó con el cuchillo en la mano, y cara de no entender nada... Bajé asustadísima, y nunca máis volví a saber de él (afortunadamente).
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