A mí la que me da pena es la madre.
Le han invadido su casa, se la han llenado de trastos, de ropa. Tiene una hija enferma cuyo único interés en esta vida es comer y acumular mierda. Una hija que encima se dedica a grabar el interior de su hogar, a criticarlo y decir que está todo viejo, a exponerlo y que aquí digamos que la casa es vieja y claustrofóbica (que lo es). A quejarse de que ha sido muy difícil volver a vivir con la madre porque claro, una madre es una madre y ella estaba muy agusto viviendo sola. Pobre señora.
Y sí, Raquel, una madre es una madre, no será tu amiga y probablemente será muy pesada a veces, pero es la única que te ha acogido. Desagradecida y desagradable.