Su papel de madre moderna empeñada en camuflarse con veinteañeras me está dando vergüenza ajena. Que no se le ocurra hacer planes con las amigas de la U de la hija, por favor, que la veo venir.
Se van a un hotel por la pésima planificación de dos años. Qué gasto tan absurdo e innecesario! Ya me la imaginaba comprando su neverita entre quejas, pero siempre logra sorprendernos. Me da pena que el borracho la deje tan sola en algo que le hace ilusión, por suerte la casa está a nombre de ella.
Por mucho que este cambio afecte a la familia y no haya sido el mejor momento para hacerlo, el borracho no tiene ningún interés en el cambio.
Es un



AMIGA DATE CUENTA



en toda regla, el señor es una bandera roja gigante con luces neón como los clubs que tanto le gusta visitar.
Las medidas las hace mal, y a la gente de las reformas no les dice exactamente lo que quiere, para luego culparlos de los errores en la remodelación.
Deja todo para el último minuto, sabiendo el estrés que eso le genera a su mujer.
Va al trabajo todos los días, además de salir con los compañeros y llegar tarde a casa.
No cumple con su palabra dando largas infinitas hasta que llegue el día de la mudanza y ahí llegarán las sorpresas.
Qué asco le estoy cogiendo al viejo borracho, uuuffff, no soporto ni su voz. Repulsivo.
