No, no tengo información sobre ese ADN. La pregunta no te la hacía a tí, sino a tordoazul. Lo que no se puede hacer, y cuando se hace lleva a errores graves, es que las pruebas valgan según nos convengan para culpar a alguien, y si encajan con él es una prueba de culpabilidad, pero si no, no indican la culpabilidad de otros. Si el ADN hubiera sido de Borja habría sido condenado con seguridad, pero como no es, ya no es importante. Estuvieron dando la matraca años con una fibra hallada en la bufanda, porque era similar a las fibras de una prenda de Borja, pero nadie le ha hecho caso a una fibra verde, mucho más importante, hallada sobre Sheila, porque no era parecida a la de ninguna prenda del sospechoso. Y así todo.
La GC tan solo tomó muestras de ADN a 10 personas del entorno de Sheila. 10. La UCO ni siquiera tomó muestras del ADN de los cazadores cuando estos hablaron, y tuvo que ser la familia la que solicitó esas pruebas. En total 12 personas. Estoy seguro de que podría haber otras 15, o 20 o 30 personas más, del primer o segundo círculo, cuyo ADN sería interesante obtener y comparar. Si alguna de las muestras halladas en el lugar del crimen coincide, no significa automáticamente que sea culpable, habrá que investigar las circunstancias, si pudo llegar de una forma inocente, ...etc.
Y si no se encuentra la coincidencia, tambíen sería interesante. ¿Por qué medio podrían haber llegado esas muestras hasta Sheila y su coche?
En cuanto a las familas de las víctimas, la UCO se aprovecha de su total vulnerabilidad. Son personas emocionalmente destruidas, y si alguien sabe manipularlos, y hay gente que sabe hacerlo, puede ganarse su confianza y obtener mucho. No hay nada peor que la incertidumbre y la duda, y la certeza, cualquiera, es preferible a estar preguntándose todo el día el quién y el por qué. Tener a alguien en quien concentrar la rabia ayuda a tener un objetivo definido, y también a que esa rabia no se vuelva contra los que no acaban de encontrar al responsable de la muerte del hijo o el hermano.
Tambíen los usan para decir lo que ellos no pueden decir en público, para filtrar los datos que interesa que se filtren y para presionar a jueces y fiscales, y en último término, para tratar de influenciar a los jurados.