En el proceso que se hace semejante estupidez de foto mientras hace publi cutre de unas sandalias le da tiempo de sobra a tirarse en el sofá a mirarse una revista, un periódico o abrir un libro pero siempre queda mejor vender la mentira de una madre atareadísima y abnegada que se desvive por su marido y sus hijos cuando por supuesto todas sabemos que no sólo no trabaja fuera de casa, es que tampoco trabaja dentro de ella.
Fuera de casa se dedica a hacer cuatro fotos para varias marcas y venderlas a precio de Testino.