Muy de acuerdo. La verdad que sí, la religión católica ha tenido mucha mucha tela que cortar… pero yo tampoco lo incluyo en la categoría de secta.
Yo a día de hoy no soy ni practico creyente. Siempre fui a colegio público, pero me educaron en la religión católica. Por ello iba regularmente a la iglesia, a catequesis.. hasta que tuve 17-18 años. Hice la confirmación de forma muy consciente. Y personalmente mi experiencia siempre fue buena, me sentí rodeada de buena gente, nunca juzgada, comprendida, me transmitieron buenos valores…
Si hasta me eché un novio compañero del grupo juvenil, que era un pieza..! Venía a misa todos los domingos con una resaca de aúpa de haber salido de fiesta el sábado. El cura era bastante “enrrollado”. A parte de eso, solíamos tener charlas, reuniones… que no eran nada parecido a “dios es todo poderoso”… nada que ver, parecía más una terapia de grupo que otra cosa. Me ayudó en los momentos difíciles de mi adolescencia.
Luego con el tiempo, todos los compañeros dejamos la parroquia sin ningún drama de nada, seguimos teniendo relación. Algunos siguen participando en la iglesia, y otros ya no (mi hermana y yo ya somos acérrimas ateas

).
Pero a lo que voy: libertad absoluta, sin juicios, ni presión social de ningún tipo. Eso para mí es un indicativo muy importante de lo que es una secta. Sé que los TJ tienen un componente de presión social muy fuerte, irte de allí implica perder total relación con tu familia, tener que irte de casa, etc. Además de que controlan los amigos que puedes tener, o la pareja que debes tener…
Entiendo que mi experiencia no sea la más habitual…tuve suerte en esa parroquia con esas personas.
Y como dice la prima, el contexto social de décadas atrás es otro totalmente . Siempre digo, no podemos juzgar la historia pasada con los ojos de hoy. Hay que entender el contexto de cada época (que no justificar).