Pero al mismo tiempo que se negaba, YA LLEVABA PUESTO EL TRAJE DE SUPERVIVENCIA!!!
Como siempre los que pagan son los que más trabajan y los que menos cobran!!!
AVARICIA EN ALTA MAR
¿Por qué el barco estaba faenando pese las pésimas condiciones? Por dinero. Los arrastreros parten de Galicia con un calendario predeterminado. Han de pescar tal cantidad en tanto tiempo para que la singladura sea rentable.
Llegados a la gélida Terranova, no pescan al azar. Los sónares les permiten saber, aproximadamente, donde están los bancos. Han de navegar hasta ponerse encima, soltar el aparejo y pescar. Y pescar y pescar y pescar hasta agotar el cupo (y a veces de más, como apuntan las sanciones a esta armadora por sobrepesca).
La clave del asunto es si alguien asumió demasiados riesgos faenando en medio de un gran temporal. La declaración del superviviente apunta en esa dirección, pues habla que
pidieron soltar el aparejo para estabilizar el barco. Librarse de la red supone una gran pérdida económica.
El patrón, Juan Rial, guarda silencio. No ha dado su versión sobre unos hechos, que están sujetos a investigación judicial.
COMISIONES ENVENENADAS
Más allá de las causas concretas del naufragio que determine la Justicia, la pesca gallega se enfrenta a un
debate moral. Nadie ignora que los patrones de pesca reciben comisiones de sus empleadores por ciertos objetivos de capturas. No estamos hablando de cientos de euros. El Vila de Pitanxo era capaz de cargar centenares toneladas de fletán.
Todo el mundo sabe que los incentivos pueden llevar a algunos oficiales a asumir peligros más allá de lo razonable. Comisiones que, por cierto, no reciben los marineros, pese a su durísima labor.
Marineros que como Samuel cada vez más a menudo no son gallegos. Son inmigrantes, con dificultades añadidas para hacer valer su voz y sus derechos.
Más allá de las causas concretas del naufragio que determine la Justicia, la pesca gallega se enfrenta a un debate moral. Nadie ignora que los patrones de pesca reciben comisiones de sus emp ...
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