- Registrado
- 2 Sep 2020
- Mensajes
- 2.619
- Calificaciones
- 31.058
Hola, pris. Os resumo mi situación.
Para empezar, he vivido 30 años sin vecinos. Sé que puede parecer extraño, pero por los lugares donde me he criado ha sido así, el único ruido que se oía era el que hacía mi familia, la cual hablaba tan poco que parecía haber hecho voto de silencio (eso es otro tema). Ahora me encuentro en un piso donde no tengo vecinos abajo ni a los lados, pero sí arriba. Y yo, personalmente, no me termino de acostumbrar. Mi marido dice que los ruidos que se oyen son perfectamente normales., también mis amigos. Ellos sí han tenido vecinos toda la vida, por lo que creo que es problema mío, pero me gustaría igualmente un consejo.
Mis vecinos, cierto es, no son de esos molestísimos que tenéis algunas, pero tienen unos hábitos por su trabajo que a mí no me sientan bien. Curran por turnos, por lo que sus costumbres difieren completamente a las mías. Hay días que se duchan a medianoche y hay días que se levantan a las seis. El resto del día hay silencio y paz, pero cuando están en casa me molestan mucho.
Creo que no son ruidosos per se, sino que es problema del edificio, porque si ellos fuesen muy escandalosos les oiría todo el día. ¿Lo peor? Los baños. Oigo perfectamente los chorritos del pis, y ya ni os cuento cuando tiran de la cadena, se duchan o se secan el pelo. Igualito que si fuese mi propio baño. Ayer escuché perfectamente al vecino hablar por teléfono mientras hacía de vientre, ese es el nivel. Además, cuando se van a dormir se dejan la ropa preparada y se dedican a dar portazos al armario y abrir las cajoneras de manera bestial. Por sus pisadas sé en qué parte del cuarto están. Hasta oigo cuándo encienden y apagan la luz. O, al menos, esa es la impresión que me da, porque empiezo a pensar que está todo en mi cabeza, ya que parece no molestar a nadie más de mi entorno, salvo a mí.
Insisto, el resto del día nada. Ahora mismo estoy en mi despacho y no les escucho, a pesar de que sé que uno de ellos está en casa. Pero esos momentos de noche y de madrugada me perturban, porque soy de sueño muy ligero y al mínimo golpe me despierto. He probado con tapones, con pastillas para dormir... Pero nada, mi descanso es mínimo y siento que estoy empezando a desarrollar una cierta misofonía, ya que ha habido noches donde me ha dado tal ansiedad y nerviosismo que he tenido que irme al sofá para poder pegar ojo.
Por eso mismo me estoy planteando el aislamiento acústico, especialmente en mi baño y mi habitación, que son las dos zonas donde más sufro. Hay empresas especializadas en mi ciudad, aunque con este tipo de gremios siempre tengo miedo de que me timen.
¿Alguna de vosotras se ha aislado las habitaciones? ¿Qué tal ha sido el resultado? Me gustaría que me contaseis un poco más sobre el tema.
Tampoco me importaría que alguna prima con misofonía me diese algún consejo sobre cómo sobrellevar este tema. No sabía que esta dolencia existía, pero me reconforta saber que quizá mis manías con el ruido no son tanto manías, sino algo médico que se puede sobrellevar.
PD: sí, sé que soy muy rarita con los ruidos, ya me lo han dicho. Pero me es complicado acostumbrarme tras tres décadas en silencio casi monástico y tampoco quiero ser la vecina porculera
Para empezar, he vivido 30 años sin vecinos. Sé que puede parecer extraño, pero por los lugares donde me he criado ha sido así, el único ruido que se oía era el que hacía mi familia, la cual hablaba tan poco que parecía haber hecho voto de silencio (eso es otro tema). Ahora me encuentro en un piso donde no tengo vecinos abajo ni a los lados, pero sí arriba. Y yo, personalmente, no me termino de acostumbrar. Mi marido dice que los ruidos que se oyen son perfectamente normales., también mis amigos. Ellos sí han tenido vecinos toda la vida, por lo que creo que es problema mío, pero me gustaría igualmente un consejo.
Mis vecinos, cierto es, no son de esos molestísimos que tenéis algunas, pero tienen unos hábitos por su trabajo que a mí no me sientan bien. Curran por turnos, por lo que sus costumbres difieren completamente a las mías. Hay días que se duchan a medianoche y hay días que se levantan a las seis. El resto del día hay silencio y paz, pero cuando están en casa me molestan mucho.
Creo que no son ruidosos per se, sino que es problema del edificio, porque si ellos fuesen muy escandalosos les oiría todo el día. ¿Lo peor? Los baños. Oigo perfectamente los chorritos del pis, y ya ni os cuento cuando tiran de la cadena, se duchan o se secan el pelo. Igualito que si fuese mi propio baño. Ayer escuché perfectamente al vecino hablar por teléfono mientras hacía de vientre, ese es el nivel. Además, cuando se van a dormir se dejan la ropa preparada y se dedican a dar portazos al armario y abrir las cajoneras de manera bestial. Por sus pisadas sé en qué parte del cuarto están. Hasta oigo cuándo encienden y apagan la luz. O, al menos, esa es la impresión que me da, porque empiezo a pensar que está todo en mi cabeza, ya que parece no molestar a nadie más de mi entorno, salvo a mí.
Insisto, el resto del día nada. Ahora mismo estoy en mi despacho y no les escucho, a pesar de que sé que uno de ellos está en casa. Pero esos momentos de noche y de madrugada me perturban, porque soy de sueño muy ligero y al mínimo golpe me despierto. He probado con tapones, con pastillas para dormir... Pero nada, mi descanso es mínimo y siento que estoy empezando a desarrollar una cierta misofonía, ya que ha habido noches donde me ha dado tal ansiedad y nerviosismo que he tenido que irme al sofá para poder pegar ojo.
Por eso mismo me estoy planteando el aislamiento acústico, especialmente en mi baño y mi habitación, que son las dos zonas donde más sufro. Hay empresas especializadas en mi ciudad, aunque con este tipo de gremios siempre tengo miedo de que me timen.
¿Alguna de vosotras se ha aislado las habitaciones? ¿Qué tal ha sido el resultado? Me gustaría que me contaseis un poco más sobre el tema.
Tampoco me importaría que alguna prima con misofonía me diese algún consejo sobre cómo sobrellevar este tema. No sabía que esta dolencia existía, pero me reconforta saber que quizá mis manías con el ruido no son tanto manías, sino algo médico que se puede sobrellevar.
PD: sí, sé que soy muy rarita con los ruidos, ya me lo han dicho. Pero me es complicado acostumbrarme tras tres décadas en silencio casi monástico y tampoco quiero ser la vecina porculera
