| ¿Qué pasa cuando conozco a alguien que es muy buena persona pero no despierta en mi esa química, ese “no se qué” que sí que he sentido con otras personas y no puedo negar?.
¿Tengo que quedarme al lado de esta persona sin sentirlo?.
¿Pero cómo voy a dejar a alguien que me cuida, que me ofrece un amor estable, que me da tanta seguridad?¿estoy siendo inconformista? ¿me arrepentiré?.
A lo largo de mi vida, he conocido a personas buenas pero que, pudiendo haber entrado directamente en la FriendZone (zona de amigos), les he dejado entrar en una parcela más privada porque sencillamente, me he dejado querer. Estaba blandita, necesitaba esa dosis de amor, no desde una perspectiva egoísta porque la mayoría de veces era inconsciente, y cuando no lo era, intentaba convencerme de que quizá ahora no sentía, pero después quizá sí.
Porque era lo que me convenía, ¿no?¿Siempre tenía que atraerme lo imposible? Quizá debía domar a esa parte de mi que buscaba lo complicado, que coleccionaba retos y que luego experimentaba decepciones cuando el velo de la conquista se desvanecía y veía quién estaba detrás.
¿Qué mejor idea que irme a todo lo contrario? Buenas personas. Necesitaba buenas personas, paz.
Las encontraba, porque haberlas, las hay. El mundo está lleno de personas bonitas con corazones bonitos, pero las relaciones románticas necesitan más. Y cuando conocía a alguien bueno que no me atraía, acababa sintiéndome terriblemente culpable y confusa, en lucha por querer sentir y ver que no llegaba ese tan esperado deseo. No te hablo de mariposas ni de ansiedad, te hablo de química, de deseo, de ganas de tocarle y de besarle. Te hablo de no sentir que es un amigo, si no de querer que deje de serlo inmediatamente.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Me quedo con el bueno o con el que te gusta?
Querida amiga, querido amigo… te quedas con el bueno que te guste.
Siempre que me escuchas hablar de mi marido, resalto su bondad. ¿Sabes por qué me han dado ganas de escribirte esta nota? Por el mensaje que te enseño aquí a bajo y que repentinamente me ha llegado mientras estaba trabajando: | | Mi hermano se ha llevado a mi padre al campo a coger setas y han estado enviando fotos al grupo familiar. Grau, al verlo, me ha dicho esto. Le hace ilusión ver que MI padre, a quien quiere como si fuera suyo, y MI hermano, con el que lleva conviviendo 11 años y que también quiere, estén juntos y estén encontrando setas. Le hace ilusión, así, sin más. Jolin, para eso tienes que tener un corazón muy generoso y dulce. Podría darte simplemente igual, pero le ha hecho ilusión y me ha mandado un mensaje compartiendo su alegría.
Grau es bueno, es bondadoso y noble. PERO, querida amiga, querido amigo, también es mi crush. Sus manos me encantan, su cuerpo me atrae más que el primer día. Me encanta olerle el cuello, y sus caricias me siguen erizando la piel. Es el bueno que me gusta. Con este sí que me quedo, y no te negaré que al principio, la calma que sentía me fue una alarma a veces, pero como lo combinaba con la electricidad que experimentaba cuando me besaba, la serenidad tomó otro significado, no era igual a peligro, era igual a hogar, a sentir esa sensación en el cuerpo cuando estás volviendo a tu casa, a tu lugar. Ahí podía descansar, ser yo, construir y a la vez, sentirme deseada.
Esa mezcla que parece magia, existe para ti también, no es algo destinado a personas concretas. Cuando no has vivido nada así, puede sonarte a cuento, a algo precioso, quizá, pero “no para mi”. Pero sí, existe para ti. Tú también mereces y sentirlo y que lo sientan contigo. No estaba sanada ni era madura cuando Grau llegó a mi vida, crecimos y crecemos juntos cada día, compartimos heridas y traumas, pero la diferencia está en la voluntad que antecede al trabajo diario.
Busca y quédate con aquella persona que decida como tú, que te guste y que sea buena.
Y luego cuéntame qué tal, estaré deseando leerte. |
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