Sí, ha sido raro porque empieza diciendo una cosa y luego resulta otra. También me "choca" que Simo permita tener la casa como la tiene con lo que, en teoría, le gusta "recibir". Aunque sólo fuese por eso, ya podía haber arreglado las dichosas tuberías.La amiga que los invita se ve una persona normal. Y ojo, matrimonio sin hijos y prepara semejante festín. Una de dos, o a la señora le han fallado a última hora los invitados y ha llamado a los Toños o esto estaba previamente decidido.
Obviamente ni ella con su empoderamiento ha decidido no celebrar en casa ni Simo está desolado por el tema. Ahí han decidido las cañerías y punto. Y los dos lo saben y los dos lo asumen sólo que ella decide utilizar la coyuntura para dramatizar un poco más y hacer creer a cuatro imbéciles que se ha puesto chula y le ha dado al otro donde más le duele.
De momento veo a Simo más consciente que a ella del ritual y sabe que para lavar la asadura de un animal hace falta que corra el agua y en su casa no corre. De ahí que no me crea la improvisación, ya no es fregar el pilón de vajilla que se le monta en esa celebración sino mucho más.