Lo de salir lloriqueando en stories pero luego ponerse dignos porque “no hablo de cosas privadas” debería ser considerado un deporte olímpico entre instagrammers.
No molesta lo que callan, lo que es despreciable es que insinúen para conseguir interacción.
No molesta lo que callan, lo que es despreciable es que insinúen para conseguir interacción.