Por lo que he leído, creo que Grace acabó echando de menos su vida profesional. Hasta quiso regresar, ya casada, de la mano de Hitchcock para rodar Marnie, pero Rainiero se lo impidió.Yo creo que no es que haya sido una madre fría; simplemente fue una madre de esa época y esa posición que tenía siempre a la mano las niñeras para ayudarla a la crianza de los hijos.
Además por sí sola, tuvo sobre sus hombros la enorme presión de poner en el mapa y levantar económicamente un país con un idioma distinto al de ella, sólo con su presencia y trabajo; recordemos que el propio padre de Grace no estaba muy de acuerdo en su matrimonio con Rainier, que era un príncipe con un reino arruinado y del que nadie apenas sabía de su existencia, y que al casarla tuvo que darle una dote de dos millones de dólares que le cayeron como gloria a Rainier y al principado.
Los primeros años de Grace como princesa no fueron miel sobre hojuelas: mientras era mirada con suspicacia por su suegra y todo el principado, estaba dándole dos herederos al trono a su nuevo país y al mismo tiempo, encontrando su lugar para poder desempeñar su papel de la mejor manera posible. Tampoco fue fácil para ella y, sin embargo, lo hizo de manera impecable e inigualable.
Ahora, como padres por más que digan que a todos se les quiere y se les trata igual, siempre es distinto el trato al primogénito que al sandwich que al más pequeño. Y siempre hay un favorito, y lo que sí se sabe es que Stéphanie era la favorita de ambos padres y eran demasiado condescendientes con ella; que Rainier era demasiado estricto con el tímido Albert, con quien hablaba en francés y que por eso el joven príncipe siempre se comunicó mejor en la lengua materna, ya que con su madre no sentía las mismas exigencias como heredero que con su padre. Y también se sabe que Grace tenía altas aspiraciones para Caroline, siempre exigiéndole que tuviera el perfecto comportamiento de princesa (la propia Caroline comentó que Grace la hacía caminar con un libro sobre la cabeza para trabajar su postura, lo cual le sirvió cuando practicaba ballet) y no era un secreto que anhelaba emparejarla con el ahora Rey Charles III del UK. Todas las expectativas y exigencias para cada uno, muy distintas, pero eso no los hace mejores o peores padres; simplemente la experiencia y el paso de los años hace a las personas tomar las situaciones con más calma. Normalmente al mayor se le exige mucho y al menor casi nada.
Nada más basándonos en esto, podemos darnos cuenta de que el trato a los tres hijos fue muy diferente y eso la mayoría de las veces se confunde con el nivel de cariño. Evidentemente, cada uno de ellos va a percibir la relación propia con sus padres de manera distinta por obvias razones. Como dicen en mi pueblo, cada quien habla de cómo le fue en la feria. Saludos.
Tampoco dudo que, lógicamente, quisiese a sus tres hijos, pero la relación con Carolina se veía más distante.
Lo que cuentas sobre Carlos III también lo leí, pero otras fuentes hablan de rumor. Más que nada porque los Windsor profesan el anglicanismo, y los Grimaldi son católicos. Eso sería una barrera difícil de obviar en estos estamentos nobiliarios.