Terrible resumen del caso Alcàsser
Un Fernando García con ojos de desequilibrado contempla el vídeo en el que trocean el cadáver putrefacto de su hija sin entender lo que allí sucede, más allá de buscar al demonio que le convenció el 13 de noviembre de quedarse en el sofá en lugar de coger el coche y llevar a Miriam y a sus amigas a la discoteca. A su lado los forenses rivales escudriñando la posibilidad de tirarle a la cara el uno al otro un detalle que le situase por encima en la praxis médico-legal respecto a su oponente.
Supongo que el "criminólogo" mientras fumando en los pasillos de la Audiencia Nacional y hablando por teléfono con los del Mississippi sobre la "carnaza" (nunca mejor dicho) que esa noche llevarían a los estudios de Telecinco.