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51 hombres se sientan en el banquillo por violar a una mujer inconsciente durante más de una década en encuentros que organizaba su propio marido, Dominique Pelicot.
A la mayoría se les acusa de haber violado a la mujer una vez. Sin embargo, varios están acusados de haberlo hecho hasta seis ocasiones diferentes.
Llevaban 50 años juntos y ella jamás ha sido consciente de lo que estaba sucediendo.
«Llevaba años perdiendo pelo y peso. Había empezado a olvidar días enteros y a veces parecía estar en trances oníricos. Sus hijos y amigos temían que tuviera alzhéimer.
Pero a finales de 2020, tras ser citada en una comisaría del sur de Francia, se enteró de una historia mucho más estremecedora», relatan Catherine Porter y Ségolène Le Stradic en @nytimes.
Pelicot llevaba años mezclando somníferos en todo lo que comía y bebía su mujer para poder dormirla profundamente. Después organizaba encuentros con hombres desconocidos que citaba a través de un chat que se llamaba “a son insu” (“sin su conocimiento”).
En la larga lista figuran diferentes perfiles de entre 26 y los 74 años; un bombero, un periodista, un jubilado, un funcionario de prisiones, camioneros, obreros, soldados, informáticos…
Pelicot pedía que se cumpliesen una serie de “reglas” como no usar colonia o calentar las manos sobre el radiador para que su mujer no se despertase.
Él, investigado también por el asesinato y violación de una joven de 23 años en 1991 y por la violación de una joven de 19 en 1999, se declaró culpable cuando fue detenido.
Algunos hombres niegan los hechos y otros justifican la aberración cometida argumentando que “tenían el permiso del marido y pensaban que eso era suficiente”.
En el transcurso de su investigación, la policía encontró más de 20.000 videos y fotografías etiquetados por día, mes, año y hora y agrupados en una carpeta llamada “abusos”.
92 violaciones contabilizadas
A la mayoría se les acusa de haber violado a la mujer una vez. Sin embargo, varios están acusados de haberlo hecho hasta seis ocasiones diferentes.
Llevaban 50 años juntos y ella jamás ha sido consciente de lo que estaba sucediendo.
«Llevaba años perdiendo pelo y peso. Había empezado a olvidar días enteros y a veces parecía estar en trances oníricos. Sus hijos y amigos temían que tuviera alzhéimer.
Pero a finales de 2020, tras ser citada en una comisaría del sur de Francia, se enteró de una historia mucho más estremecedora», relatan Catherine Porter y Ségolène Le Stradic en @nytimes.
Pelicot llevaba años mezclando somníferos en todo lo que comía y bebía su mujer para poder dormirla profundamente. Después organizaba encuentros con hombres desconocidos que citaba a través de un chat que se llamaba “a son insu” (“sin su conocimiento”).
En la larga lista figuran diferentes perfiles de entre 26 y los 74 años; un bombero, un periodista, un jubilado, un funcionario de prisiones, camioneros, obreros, soldados, informáticos…
Pelicot pedía que se cumpliesen una serie de “reglas” como no usar colonia o calentar las manos sobre el radiador para que su mujer no se despertase.
Él, investigado también por el asesinato y violación de una joven de 23 años en 1991 y por la violación de una joven de 19 en 1999, se declaró culpable cuando fue detenido.
Algunos hombres niegan los hechos y otros justifican la aberración cometida argumentando que “tenían el permiso del marido y pensaban que eso era suficiente”.
En el transcurso de su investigación, la policía encontró más de 20.000 videos y fotografías etiquetados por día, mes, año y hora y agrupados en una carpeta llamada “abusos”.
92 violaciones contabilizadas
