¿Habéis visto a ese tipo de personas que se ponen a predicar por la calle sin ningún tipo de pudor ni vergüenza y con un par?. En EEUU abundan, aquí se ven algunos, no mucho, pero los he visto.
No hablo de los testigos de Jehová, ni grupos raros, sino de una persona que está sola, y con dos coj*nes, se planta en una estación, plaza, calle o donde sea y ahí mismo se pone a predicar. Añado que yo particularmente, de los que he visto, suelen ser negros, en más abundancia que blancos, aunque he visto a blancos hacerlo, pero me llama más la atención que los predicadores de calle sean negros en más número.
Pues yo, en el fondo de mis adentros, quiero ser como ellos. Sí, quiero ser una profetisa de las calles que grita bíblicas letanías de advertencia.
Exacto, esa es una de mis confesiones: quiero ser predicadora en la calle, ir con un altavoz o un micro y difundir el evangelio. Como Juan el Bautista, que predicaba en el desierto y llamaba de todo a los fariseos "raza de víboras".
Pues igual, ponerme en la puerta del Sol o donde sea, altavoz en mano y decirle a la gente "que asco dais a ojos de Dios, raza de víboras, convertíos".
Este es mi favorito, el Moisés del Monopatín de Badajoz. Le grabaron unos que iban por la calle durante el carnaval de la ciudad, un mes antes de la pandemia de 2020, cuando aquí solo cuatro adelantados avisaban de la que se iba a liar:
Un profeta eficaz de nuestros tiempos. Le admiro.
Aquí un grupete de estos, con pintas de evangelistas. Los cristianos evangelistas son más apocalípticos y eso lo hace más épico (creo que la mayoría de predicadores de calle son del rollo evangelista), aunque estos son algo flower power.
Cuando veo a gente así, a mi me gusta escucharles.
En cierta ocasión iba a la estación de tren, escuché los gritos de una mujer a lo lejos, y pensaba que era una pelea, los taxistas de la parada la miraban, todo el mundo miraba, y yo pensaba que ahí se estaban repartiendo tortas, y resulta que era una africana advirtiendo sobre la segunda venida de Jesucristo, animando a la conversión. En serio, nadie la criticaba, ni decía nada, se la quedaba mirando todo el mundo, y ahí estaba la mujer, con un par. En serio que se necesita tenerlos cuadrados para hacer algo así.
Una vez salí de juerga por una zona céntrica y había un tipo con pelo largo, barba (estética de Cristo), altavoz y pancartas, y con dos coj*nes se puso a evangelizar a la gente, cerca de la madrugada, y la gente se quedaba pasmada, le hacía preguntas, vamos que no había mofa, burla, o faltas de respeto. Por lo visto era un habitual de la zona, molaba un montón, estabas ahí de marcha y te aparecía el tío este hablando de los mandamientos.
Pues yo, sinceramente, quiero hacer algo así de épico con mi vida.