He visto el debate en redes sobre las palabras de su esposo por dedicarse al hogar, lo que hay que poner entre comillas porque ella sigue trabajando y tiene ingresos propios, incluso hizo una película de acción para Netflix producida por él. Simplemente tiene un menor ritmo de trabajo, debido a que prioriza el hogar y tampoco es que tenga la carrera de una Charlize Theron o una Cate Blanchett, como para que quedarse en el hogar implique hacer grandes renuncias y sacrificios.
Ahora, hay una cuestión que me molesta de estos discursos sobre la maternidad que dan los hombres: nunca promocionan el darle derechos económicos a sus parejas por ejercer el rol de amas de casa. Lo digo también por el pendej... beisbolista que salió en un discurso de graduación con que su esposa era muy feliz como ama de casa y madre, que había que volver a esos tiempos. Si, todo muy lindo. ¿Pero qué derechos tiene su mujer cuando se separen? Sí, que ellos piensan que van a estar casados toda la vida, pero eso no los exime de tener claro qué pasaría en caso de que suceda. Es más, hoy en día no te casas si no tienes un régimen de distribución de los bienes claro, porque incluso no tener el régimen es ya tener un régimen: se da por entendido que se comparte todo. Me habría encantado escuchar del beisbolista: como sé y valoro el rol de mí mujer, por eso me casé sin división de bienes. Lo que ella hace es un trabajo, que colabora con el mío y por eso lo que yo gano es también de ella. En fin...
A ver, yo en este foro he criticado arreglos de compensación después del divorcio o una separación, tanto para hombres, como para mujeres. Hablo de criticar lo que recibe la parte que se dedicó al hogar o tenía menos ingresos, no de los pagos de los gastos de los niños, porque ahí siempre creo que el niño o niña debe gozar del estilo de vida que siempre tuvo y más si sus padres pueden pagarlo. Pero sí, un matrimonio con pocos años de gente joven y/o en igualdad de condiciones no tiene por qué implicar enormes obligaciones a futuro de un cónyuge a otro, sobre todo si no hay hijos. Pero, pero, me niego a que esta promoción del retorno al rol del ama de casa no se acompañe de una promoción de los derechos económicos que ese rol deben tener, durante y después del matrimonio. Basta de promover servidumbre, sobre todo para los hombres, porque el rol se promociona junto a una idealización de la pareja heterosexual con roles claramente separados. Ser ama de casa es un trabajo en la mayor parte de los casos, debe dar derechos, debe ser protegido, sobre todo porque nadie obliga a una persona (pensando en relaciones homosexuales o donde ellas son las proveedoras) a querer que su cónyuge se quede en el hogar. Y aunque esa persona no haga nada en el hogar, porque tiene empleados, su tiempo también debe valer. No es su decisión quedarse ahí, es un acuerdo de pareja y como acuerdo debería ser regulado. Me harta esa doble moral de las redes: ay que maravilloso, priorizó a su familia, ser ama de casa es su elección y hay que respetarla. Tres Doritos después: se separó y pide compensación. ¿Pero por qué? Nadie la obligó, buscó quién la mantuviera, que viva fue, ya se buscará otro que la mantenga y blablabla. Así estamos: Qué malas las feministas por destruir el hogar tradicional, qué malas las amas de casa por pedir derechos. Los medios deberían dejar de preguntarles a ellas qué piensan de ser amas de casa y más bien preguntarles a ellos qué derechos le reconocen al rol de sus esposas.